Radiografía del hábitat infantil
Duro informe de la UCA: 6 de cada 10 chicos viven en barrios inseguros y casas precarias
El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina advierte que el 62,5% de las infancias urbanas crece con graves carencias en infraestructura y servicios básicos.
Un nuevo informe del Observatorio de la Deuda Social de la Infancia de la Universidad Católica Argentina (UCA) expone con crudeza lo que la pobreza estructural oculta en silencio: millones de niñas, niños y adolescentes en el país crecen en entornos inseguros, sin acceso a servicios básicos ni viviendas dignas. Lejos de limitarse al ingreso económico, la infancia está siendo vulnerada desde lo más elemental: el espacio en el que viven.
El estudio –titulado «Creciendo en contexto»– advierte que el 62,5% de los niños, niñas u adolescentes (N,NyA) de áreas urbanas vive en barrios inseguros, el 35,4% habita en viviendas con graves déficits de infraestructura y uno de cada cuatro no tiene acceso a servicios sanitarios adecuados.
Déficits que persisten y se profundizan
Entre 2017 y 2024, los indicadores de hábitat mostraron algunos avances, pero hacia el final del período se evidenció un marcado retroceso. El déficit sanitario, que había bajado al 11,5% en 2022, escaló hasta el 22,5% en 2024. El déficit de infraestructura, que había mejorado hasta alcanzar el 30,5% en 2022, volvió a subir y cerró 2024 en el mismo nivel que en 2017: 35,4%.
El déficit medioambiental, que mide la exposición a focos de contaminación como basurales o fábricas, afecta hoy al 13,2% de las infancias, con una leve mejora respecto a años anteriores, aunque con estancamiento desde 2023.

Cuando el barrio y la casa condicionan el plato y el cuaderno
Los datos cruzados con niveles de pobreza son aún más elocuentes. Entre los chicos pobres:
- 64,2% de los que viven en zonas ambientalmente degradadas sufre inseguridad alimentaria
- 64,1% de quienes no tienen acceso a servicios sanitarios padecen hambre
- 65,5% de quienes viven en casas precarias no acceden a una alimentación adecuada

El vínculo entre hábitat y educación también es directo:
- Entre los chicos pobres que viven en hogares con déficit de infraestructura, el 35,8% presenta déficit educativo.
- En barrios sin condiciones sanitarias, el 33,7% tiene dificultades escolares.
- Incluso en sectores no pobres, los déficits ambientales duplican o triplican los niveles de atraso escolar.

El informe advierte además:
- Casi uno de cada cinco chicos vive cerca de focos de contaminación peligrosos.
- La inseguridad barrial alcanza al 80% de las infancias en los sectores socioeconómicos más bajos.
- En 2024, el 43,4% de los chicos no pobres que viven en zonas sin cloacas sufre inseguridad alimentaria, lo que demuestra que el ingreso no alcanza para compensar el entorno degradado.
Fuente Pagina 12