En febrero las ventas al exterior treparon 25,6 por ciento
Cae el consumo de carne y crece la exportación
La contracara del auge exportador es la fuerte caída que experimentó el consumo en el mercado local al retroceder de 49,5 a 44 kilos per capita en el primer bimestre.
La Secretaría de Bioeconomía informó que en febrero se exportaron 82.548 toneladas de carne vacuna, un 25,68 por ciento más que en el mismo período de 2023, mientras que en el acumulado del primer bimestre se despacharon 160.478 toneladas, lo que implicó un crecimiento interanual de 21,63 por ciento. Las cifras surgen de la Coordinación de Análisis Pecuario en base a datos del Senasa, DNCCA e Indec.
“Estos números confirman una tendencia de crecimiento sostenido en las exportaciones de carne vacuna, impulsada por un cambio de política exportadora implementado por el Gobierno nacional”, aseguró la cartera agropecuaria.
El gobierno había habilitado a comienzos de enero la exportación de todos los cortes de carne bovina, sean frescos, enfriados o bien congelados, tras perder vigencia las regulaciones que oportunamente había establecido la administración de Alberto Fernández a través del decreto 911/21, que prohibía los embarques de “cortes populares”, como asado, vacío, falda, matambre, tapa de asado, nalga y paleta, entre otros.
En 2023 se exportaron 920.000 toneladas de carne por un valor cercano a los 2700 millones de dólares. Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores ABC, aseguró que la habilitación para exportar los 7 cortes que estaban prohibidos sumaría este año un 8,7 por ciento adicional. «Podrían significar 80.000 de las 920.000 toneladas», había anticipado.
La contracara fue la fuerte caída que experimentó el consumo en el mercado local en el primer bimestre. Un informe del mercado ganadero de la Bolsa de Comercio de Rosario (Rosgan) detalló que el consumo aparente anualizado de carne vacuna en enero y febrero fue de 44 kilogramos per cápita, 4,5 kilogramos menos que en el último bimestre de 2023.
Por otro lado, el informe de Rosgan resaltó una paradoja interesante que comenzó a reflejarse desde el segundo semestre del año pasado. Existe una menor oferta de carne vacuna producto del impacto de la sequía en la cantidad de ganado, pero los precios bajan en términos reales.
Los últimos datos informados por el Instituto Nacional de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva) mostraron para febrero un aumento promedio del 4,2 por ciento mensual en la carne vacuna, por debajo del 13,2 por ciento que arrojó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec tras varios meses con variaciones por encima de la inflación.
“El dato sin duda refleja el freno que está poniendo el consumo, en un contexto en el que a su vez el resto de los bienes y servicios también vienen sufrieron importantes subas y la capacidad de compra de los salarios se deteriora significativamente”, remarcó Rosgan.
Juan Carlos Maceira, director de la licenciatura en tecnología de los alimentos en la Universidad Nacional de Hurlingham, había anticipado a Página/12 la caída del consumo interno de carne vacuna a comienzos de enero, luego de que se anunciara la liberación de la exportación. “En el mercado interno actualmente se consumen unos 50 kilos anuales por persona. Vamos a ir a un mercado de unos 44 kilos por persona y lo demás se va a exportar. La demanda interna bajaría de 2,4 a 2 millones de toneladas (equivalente res con hueso), lo que jugaría en contra de los frigoríficos consumeros (entre 320-350 establecimientos que no pueden exportar). No obstante, los exportadores que hoy venden afuera unas 950 mil toneladas podrían absorber la faena que deberían dejar los consumeros para aumentar la exportación a 1,350 millones de toneladas. Son unas 400 mil toneladas que se dejarían de consumir en el país”, remarcó.
Fuente Pagina 12