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“Re(Sister)”: un espacio de emancipación para sobrevivientes de violencia
Milagros García y Catalina Pavón son las creadoras de este atelier que alberga mujeres trabajadoras, víctimas de violencias por motivos de géneros y que funciona en el Barrio Popular 2 de abril, en Barranqueras. En pandemia se sumaron más de 124 mujeres en situaciones de vulnerabilidad y hoy, impulsan con muchísimo orgullo a otras mujeres para decirles “no están solas”.
Re(Sister) es un taller textil de diseños de autoras que nació en el 2019 y significa: resiste hermana. Pero la idea comenzó cuando Milagros García, junto a su mamá, encontraron a una mujer que dormía debajo de un árbol con siete hijas e hijos en el barrio popular 2 de abril de Barranqueras.
Ante esta situación, que las interpeló y las llevó a preguntarse cuáles eran algunos de los factores que incidían en ese estado de vulnerabilidad para muchas mujeres, acordaron en empezar a “hacer algo que ayude a las mujeres a salir adelante”.
Primero ayudaron a esa mamá a que pueda lograr autonomía económica y pueda salir de su hogar violento y, a partir de eso, se empezaron a sumar más mujeres. Más adelante, con un equipo ya conformado, comenzó la militancia en el Movimiento Evita y de esa manera, pudieron acceder a programas como el Potenciar Trabajo que les permitió la compra de insumos y herramientas de trabajo. “Hoy las mujeres e identidades femeninas que están incorporadas en el atelier, están organizadas a través de ese programa”, resalta Milagros.
En relación a los desafíos que enfrentan a diario como equipo, Milagros cuenta que “en Barranqueras hay otro taller, donde trabajan solamente hombres y al taller sí se lo reconoce como tal. A nosotras tal vez por estar tan vulneradas, en un barrio tan humilde, no se nos puede reconocer todavía como trabajadoras, porque no somos emprendedoras como muchos dicen”, aclara.
A esa situación también se suma la desigualdad económica, ya que “en otros lugares, haciendo el mismo trabajo que nosotras, los hombres estén bien pagos”.
Milagros confía en la educación popular como una estrategia para erradicar la desigualdad entre mujeres y varones. “Uno no aprende a ser machista en la escuela, lo aprende en la casa. Reproduce lo que ve y lo que escucha y creo que eso es lo que hay que cambiar: la reproducción que hacemos”, sostiene.
Sin embargo, como conquista indiscutible del feminismo resalta que “las mujeres hoy se sienten un poquito más contenidas. Hablo de este feminismo, de que estoy acá, pongo el cuerpo todos los días y sabes que estoy para vos sin peros. Ese es el verdadero feminismo. No lo que decimos de la boca para afuera, sino lo que hacemos”, asegura.
Cómo es un día de taller
Catalina Pavón, otra de las fundadoras, cuenta que actualmente el taller se compone por 24 a 30 mujeres y que “gracias al reconocimiento popular que tuvimos por nuestra militancia y por un movimiento que nos bajó herramientas, hoy tenemos los materiales necesarios para la confección de nuestras prendas”.
Además, señala que las compañeras víctimas de violencias por motivos de géneros están siendo reconocidas en su trabajo a través de un incentivo económico. “Nos están reconociendo como trabajadoras porque eso es lo que somos, trabajadoras”, asegura.
“Es algo muy meritorio para nosotras que nos reconozcan nuestro trabajo. Nos levantamos a las 6 de la mañana, ingresamos a las 7. Todas estamos a horario, algunas vienen con sus hijos y todas tienen el mismo valor y respeto”, comenta.
En relación a la asistencia que brindan a compañeras víctimas de violencia Catalina comenta que “cuesta mucho salir. Hay mujeres que todavía no pueden y estamos junto a ellas. Rescatamos más de 124 mujeres en esta pandemia y aunque sabemos que faltan muchas, hoy en día podemos decirles que no están solas”.
Mari, otra trabajadora incansable
Mari Miranda llegó a Re(Sister) por iniciativa de Milagros y Catalina. Se define como “una mujer que estoy sacando seis hijos sola. Me propusieron venir a trabajar acá y necesitaba esta ayuda. Necesitaba que alguien me mirara como mujer y que viera el trabajo que hacía con mis hijos”, relata.
Aunque al principio tuvo temor por “no saber agarrar la máquina” y “pensó que no lo iba a poder hacer” supo que era una buena oportunidad de aprender y salir adelante junto a la solidaridad de sus compañeras. En parte, sus grandes motivos fueron sus hijos de 21, 18, mellizos de 16, 8 y el pequeño de 2 años.
Su sueño es que las mujeres puedan lograr una verdadera independencia económica. “Cuando yo me quedé sola con mis hijos, pensé que no iba a poder salir adelante”. Porque de verdad pensamos ¿cómo lo voy a hacer o cómo voy a seguir? Ahora estoy viendo que todo se puede”.
Re(Sister) participa de muchas de las ferias populares que ofrece Gran Resistencia durante los fines de semana. Carteras, mochilas, accesorios para el cabello, trajes de baño y sombreros, son algunas de las alternativas que ofrecen.
Para contactarlas pueden hacerlo a través de sus redes sociales como Atelier ReSister.