Eva y esa costumbre de resucitar
Eva Perón fue tan amada por las mayorías populares, tan odiada por las minorías oligárquicas -entrelazadas en el poder militar, eclesial y terrateniente- que nunca murió. Ni para los trabajadores ni para sus enemigos. Porque ella representó, como el símbolo más perfecto, el corazón, el nervio político del peronismo que a partir de 1944 y…