Alberto Fernández concluyó su gira internacional
y regresa a la Argentina.
Los encuentros que mantuvo con su pares de Rusia, China y la primera ministra de Barbados apuntaron a tender puentes multilaterales porque, según indicó el Presidente, la Argentina apuesta a «no ser satélite de nadie».
El presidente Alberto Fernández concluyó el martes su visita a Barbados, última escala de la gira que lo llevó también a Rusia y China, y emprendió el viaje de regreso a Buenos Aires, informaron fuentes oficiales.
El vuelo de Aerolíneas Argentinas despegó a las 18.36 (hora de Buenos Aires) desde el Aeropuerto internacional Grantley Adams de Barbados y aterrizará en el aeropuerto de Ezeiza en las primeras horas del miércoles.
De esa manera, el Jefe de Estado concluye una gira internacional que se inició el 2 de febrero y que, según confirmó en declaraciones periodísticas, estuvo signada por la necesidad de impulsar una visión «multilateral» de las relaciones internacionales que tiene el país.
En su primera escala, Fernández visitó Moscú para mantener una reunión bilateral de más de tres horas con el presidente ruso Vladimir Putin.
Durante la reunión realizada en el Kremlin, el presidente había afirmado que Argentina apuesta a «no ser satélite de nadie» y sostuvo la necesidad de que el país «abra otros puentes», en el marco del multilateralismo por el que viene bregando en foros internacionales desde el inicio de su gestión.
«La Argentina tiene una dependencia muy grande del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de Estados Unidos. Necesitamos abrir otros puentes, y apostar por el multilateralismo, sin ser satélites de nadie», sostuvo el mandatario en una entrevista con la agencia Télam.
Con posterioridad, la delegación viajó hacia China, donde se desarrolló una intensa agenda política y diplomática que incluyó una reunión con el presidente Xi Jinping.
Entre otros puntos, en Beijing se acordó el ingreso de Argentina a la Franja y a la Ruta de la Seda, mientras que en la declaración conjunta se consiguió un apoyo contundente por parte de la República Popular China a la necesidad de restablecimiento del diálogo en la disputa por la soberanía de las Malvinas y las islas del Atlántico Sur.
Finalmente, la delegación viajó hacia Barbados, la república más joven del mundo, con el objetivo de tender puentes con las naciones del Caribe.