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Estiman que la campaña fina 2021-2022 producirá

un total de 23,6 millones de toneladas.

La bolsa de Cereales de Buenos Aires anticipó que la proyección aportaría a la economía ingresos por US$ 4.570 millones de manera general y destacó un mejor contexto climático respecto de lo sucedido en la campaña anterior.

La producción conjunta de trigo y cebada en la campaña 2021/22 alcanzará las 23,6 millones de toneladas, sobre una superficie implantada de 7,65 millones de hectáreas, según estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).

De concretarse dicha proyección, se producirá un aumento del 12% respecto a las 21,1 millones de toneladas de la denominada «campaña fina» del período 2020/21 y aportaría a la economía ingresos por US$ 4.570 millones de manera general, mientras que las exportaciones sumarían US$ 3.790 millones.

Así, la entidad bursátil porteña dio a conocer su primera estimación de producción de los cultivos de invierno, cuya siembra se encuentra pronta a comenzar, en el marco del congreso A Todo Trigo que se extenderá hasta este jueves.

De las 23,6 millones de toneladas, 19 millones corresponderían al trigo, lo que supone un incremento de 2 millones de toneladas respecto de lo obtenido en el ciclo 2020/21.

Si bien la superficie se mantendría en 6,5 millones de hectáreas, la BCBA elevó la previsión de productividad a partir de un mejor contexto climático respecto de lo sucedido en la campaña anterior, cuando una sequía afectó severamente el desarrollo de trigo en la región norte y central del área agrícola nacional.

El especialista de agroclimatología de la entidad,Eduardo Sierra, destacó un mejor contexto climático en comparación al ciclo previo y sostuvo que se «inicia una nueva campaña para los cereales de invierno, presentando una favorable condición hídrica a lo largo de la región agrícola, situación que perduraría durante la ventana de siembra y las etapas vegetativas del trigo y la cebada».

No obstante, Sierra advirtió que «durante la primavera, momento en el cual comenzamos a transitar etapas reproductivas críticas para la formación del rinde, podrían registrarse deficiencias hídricas en sectores del centro de la región agrícola, mientras norte y sur mantendría un favorable panorama climático.

Respecto del aporte a la economía nacional, el Producto Bruto del trigo se incrementaría hasta los US$ 3.790 millones gracias a «un escenario de buenos precios y cantidades crecientes» y, de esta manera, coronaría «la sexta campaña consecutiva de crecimiento».

Por el lado de la cebada, se prevé una cosecha de 4,6 millones de toneladas (500.000 toneladas más que la campaña anterior) en una superficie 28% mayor a la registrada en el ciclo 2020/21, con 1,15 millones de hectáreas.

En lo que respecta a las exportaciones, bajo un escenario que contempla la posibilidad de que se concreten envíos de 15 millones de toneladas (12 millones de trigo y 3 millones de cebada), el economista jefe de la BCBA, Agustín Tejeda Rodríguez, estimó que los ingresos «alcanzarían los US$ 3.790 millones de dólares».

En lo que respecta a las exportaciones, existe un escenario que contempla la posibilidad de que se concreten envíos de 15 millones de toneladasEn lo que respecta a las exportaciones, existe un escenario que contempla la posibilidad de que se concreten envíos de 15 millones de toneladas
Tejeda Rodríguez detalló que en ese escenario la inversión de los productores rondará los US$ 1.910 millones, y que ambas cadenas «aportarían US$ 1.250 millones en recaudación fiscal”.

Por su parte, el subdirector Ejecutivo de la entidad bursátil, Ramiro Costa, destacó que en un contexto en donde las perspectivas mundiales son inciertas, «los mercados de trigo y cebada muestran oportunidades, con aumento de precios y volúmenes de consumo y comercio récord a nivel mundial».

“Argentina está ante la posibilidad de tener una nueva campaña con crecimiento del área, la producción y las exportaciones, con los cultivos de invierno jugando un destacado papel”, concluyó Costa

Por último, la analista del Departamento de Investigación y Prospectiva Tecnológica, Sofia Gayo, aseguró que el nivel de adopción de tecnología en trigo por parte de los productores «se ha mantenido constante a lo largo de las últimas tres campañas, logrando el cultivo un interesante piso tecnológico».

“Dentro de eso, hay aspectos de la aplicación de tecnología que siguieron mejorando, especialmente relacionados a la agricultura de conservación, como siembra directa, cultivos de cobertura y rotación”, finalizó Gayo.

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