La exportación de granos y oleaginosos, paralizada desde hace 15 días
Navidad en paro en puertos rosarinos. La principal fuente de ingresos de divisas sigue obstaculizada por el desacuerdo salarial. «Buscan extorsionar al gobierno y desestabilizarlo», dicen los gremios de las cerealeras.
El conflicto de los trabajadores portuarios en el área de Gran Rosario, que enfrenta a los gremios de aceiteros y de carga de buques con las empresas cerealeras, pareciera encaminarse hacia las fiestas navideñas sin posibilidad de solución inmediata. La huelga ya superó los 15 días en los cuales se vio paralizado el embarque de granos, afectando operaciones por un valor que el sector privado calcula en más de 1000 millones de dólares, entre exportaciones de soja, maíz y sus derivados que no se pudieron concretar. Más de 110 barcos permanecen inmovilizados a la espera del aviso de entrada en puerto para cargar, unos pocos amarrados en puerto, muchos detenidos sobre el Paraná y muchos otros flotando en una línea sobre el Río de la Plata que dibuja todo el entorno del vecino Uruguay.
La propuesta salarial presentada por la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) a última hora del martes volvió a ser rechazada por la dirigencia gremial, que además ratificó que continúa el paro. La propuesta incluía un 25% de aumento en 2021 repartido en tres tramos hasta julio con carácter no remunerativo. «Queremos ese 25% todo junto y remunerativo a partir del primero de junio», fue la respuesta que dio a conocer este miércoles Daniel Yofra, secretario gremial de la Federación de Aceiteros.
Propuesta patronal
CIARA y la Cámara de Exportadores de Cereales (CEC) dieron a conocer la última propuesta paritaria ofrecida a los gremios aceiteros, señalando que «confían en que se podrá solucionar la extensa huelga que paraliza agroindustrias y terminales portuarias». Los términos de la propuesta, según informaron,» incluye la revisión del 2020, el bono anual, el bono excepcional por la pandemia y el incremento salarial del 2021″.
«En detalle, se propuso que la revisión del año en curso por dos meses sea del 10% (4% en noviembre y 6% en diciembre) que se abonará como suma fija no remunerativa pero que pasaría al básico a partir de enero 2021».
«Para 2021, se propuso 25% en tres tramos hasta julio (13% enero/ 6% abril / 6% julio). Los incrementos son no remunerativos con impacto en adicionales y horas extras. Se suma al básico el incremento anterior tras cada aumento».
«Se prevé una revisión salarial en agosto. Sobre la base de la inflación real de meses previos, se realizaría el ajuste salarial y, a partir de ese mes, acompañar los ajustes salariales al ritmo de la inflación del año».
«También la propuesta incluye un bono anual: para los que trabajaron, al salario del 2019 se lo actualizaría por pauta salarial (35%). Para los que no trabajaron se actualiza en un 80% del valor antes mencionado».
Respuesta sindical
El Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) y la Unión de Recibidores de Granos (Urgara), con el respaldo de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso y Desmotadores de Algodón a nivel nacional, plantearon su postura en los siguientes términos:
«Hace 15 días ininterrumpidos los aceiteros, aceiteras y recibidores de granos del país estamos en huelga por la intransigencia de las patronales agroexportadoras que se niegan a completar la pauta salarial del 2020 y dar un aumento digno para el 2021.
«El paro del Sindicato Aceitero de San Lorenzo (SOEA), la Unión de Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (URGARA) y la Federación Aceitera afecta a la totalidad de puertos agroexportadores del país de las empresas Cargill, Bunge, ADM, Dreyfus, Glencore, COFCO, Terminal 6, Molinos Río de La Plata y Aceitera General Deheza (AGD), como así también a las plantas que proveen el mercado interno, todas empresas agrupadas en la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y en la Cámara de Puertos Privados Comerciales (CPCC)».
«A esta altura del conflicto, no nos caben dudas de que la intransigencia patronal tiene dos objetivos directos. Por un lado, disciplinar a los trabajadores y conjuntamente enviar un mensaje para el resto del empresariado y la clase trabajadora: la reactivación económica que se espera para el 2021 se la quedarán las empresas, en este caso tres o cuatro vivos que forman un oligopolio, y la salida de la pandemia tan esperada no traerá alivio para las familias que viven de su trabajo, sino que irá a engrosar las ganancias del capital concentrado».
«El otro objetivo es extorsionar al Gobierno Nacional, e inclusive desestabilizarlo. No sólo buscan la aprobación de su proyecto de ley presentado por el Consejo Agroindustrial que ellos mismos crearon y presiden, que implica nuevas rebajas de retenciones para las agroexportadoras y otros beneficios fiscales, sino que al no liquidar divisas continúan apostando a una nueva devaluación del peso argentino que también redundaría en una nueva recomposición de sus extraordinarias ganancias».
«Si esto no quedaba claro, la propuesta presentada ayer lo explicita aún más. En su totalidad el aumento que proponen a los aceiteros -que no recompone el salario del 2020 y se escalona hasta dentro de 8 meses- sería “no remunerativo”. Esto quiere decir que las empresas que más ganan no piensan pagar las cargas y contribuciones patronales correspondientes, desfinanciando al Estado nacional en un momento crítico como el que atravesamos desde la llegada de la pandemia. La quieren todas para ellos».
«En tanto que los recibidores de granos continúan sin recibir propuestas serias dignas de ser analizadas».
«Los trabajadores y trabajadoras, nuestras familias, pasaremos la Navidad en la huelga, única herramienta de la clase trabajadora para lograr sus objetivos, defendiendo lo que nos llevó años conseguir: un salario que cubra nuestras necesidades y que nos permita una vida digna».