CON LA LLEGADA DEL CALOR, SALUD BRINDA RECOMENDACIONES
PARA PREVENIR EL CÁNCER DE PIEL
Desde el Ministerio de Salud Pública del Chaco y el Centro Dermatológico «Dr. José María Giménez» instaron a la población a realizarse controles ante la aparición de manchas en la piel o cambios de lunares para evitar enfermedades como, por ejemplo, melanomas.
Entre el 16 y el 20 de noviembre se conmemora la Semana de Prevención del Cáncer de Piel y desde el Ministerio de Salud Pública del Chaco brindaron diversas recomendaciones para prevenir inconvenientes y afecciones en la piel.
Profesionales del Centro Dermatológico “Dr. Manuel María Giménez” resaltaron la importancia de realizar las consultas y controles médicos ante la aparición de manchas o cambios en lunares e indicaron la necesidad de evitar la exposición al sol para lograr bronceados debido al riesgo que conlleva; utilizar protector solar de 30 FPS o más; usar ropa clara y mangas largas y anteojos de sol con filtros UV, entre otros.
Para realizar cualquier consulta las personas interesadas pueden acercarse al Centro Dermatológico “Dr. Manuel María Giménez” ubicado sobre la calle Ameghino 1.205 de lunes a viernes a partir de las 7. También pueden comunicarse al teléfono 3624-452602.
Con la llegada del verano y el calor, el cuidado de la piel se torna en un factor muy importante a la hora de prevenir el cáncer de piel. “Este año hicimos mucho hincapié en distintas estrategias para prevenir el cáncer de piel que se basaron en la fotoeducacíón, o medidas para disminuir la exposición o reducir los efectos del sol en la piel, la autoevaluación en la aparición de manchas o cambios en los lunares y el cuidado de los niños”, explicó la integrante del Centro Dermatológico “Dr. Manuel María Giménez”, Vanesa Melo.
Este año el centro dermatológico provincial desarrolló distintas campañas de prevención de concientización sobre la importancia del cuidado de la piel, de manera virtual, en redes sociales o medios de comunicación, debido al complejo contexto sanitario generado por la pandemia de COVID-19.
Algunas de las recomendaciones son: no exponerse directamente al sol y sobre todo en el horario entre las 10 y las 16; en el caso de estar bajo los rayos del sol se debe utilizar protector solar de 30 FPS o más y renovárselo cada 2 horas; usar ropas con mangas largas y de colores claros, sombreros o gorras así como también lentes de sol con filtros UV; y evitar la exposición de bebés, niños y niñas.
Por su parte, los especialistas en dermatología recomiendan evitar la exposición directa al sol con el objetivo de lograr bronceados, debido al riesgo que genera para la piel. “Los bronceados no son saludables porque implican que las células llamadas melanocitos tomen ese color como defensa ante el impacto de los rayos del sol y se generan daños en la piel. Tampoco deben utilizarse las camas solares y hay que recurrir solamente a las alternativas saludables como los autobronceantes o ´sol pleno’ que se encuentran aprobados organismos especializados y no dañan la piel”, detalló Melo.
El control de la piel ante la aparición de manchas o cambios en lunares es una de las principales recomendaciones que realizan los dermatólogos en las campañas de prevención de cáncer de piel que se fueron realizando este año. “Es muy importante que las personas de todas las edades se autocontrolen ante la aparición de lunares o manchas o cambios en los lunares que ya poseían como agrandamiento, modificaciones de color, dolores, molestias o sangrados, y posteriormente recurran a un dermatólogo profesional público o privado para prevenir la formación de melanomas, que es la forma más grave y peligrosa del cáncer de piel, entre otras lesiones”, explicó la dermatóloga Vanesa Melo.
Por otra parte, con la llegada de las altas temperaturas aconsejan evitar la exposición de bebés, niños y niñas al sol para prevenir inconvenientes en la piel tanto en el momento como a futuro. “La exposición al sol de bebés, niños y niñas no solo puede generar quemaduras solares en el momento, sino también ocasionan lesiones en la piel pueden aparecer en la edad adulta, luego de los 50 años, conocidos como daños premalignos o malignos”, señaló Melo.