Coronavirus: en Córdoba se disparó la curva de contagios
Los especialistas afirman que el aumento de casos se debe a la apertura de comercios y de reuniones sociales y familiares.
“Lo que está pasando en Córdoba es lo que venimos anunciando con el doctor (Oscar) Atienza desde hace meses, dijo a Página/12 el médico cirujano Carlos Soriano. Se han apurado por liberar las fases (Córdoba está en la fase 5), y en la apertura de los shoppings y restaurantes. A eso súmele los mensajes confusos, el relajamiento en el uso de barbijos o las reuniones familiares y los contagios han crecido enormemente”.
Los números y la curva del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), lo dejan en claro: «De los 11 casos del 1 de julio -grafica Oscar Atienza- pasamos a los 90 contagiados del 1° de agosto, y ahora la cifra ha ascendido a 160 por día». En cuanto a los pacientes muertos, en «sólo una semana se pasó de 52 a 62 muertos».
Atienza aportó a este diario que «los saltos se fueron dando a catorce días después de la apertura de shoppings y bares; del Día del Padre, entre el 13 y 14 de junio; y los más recientes, son por las reuniones por el Día del Amigo y por reanudación del transporte público. Estamos en unos 160 contagios».
Los brotes –y focos- se han multiplicado en toda la provincia, en especial en Traslasierra y en las localidades del sureste (las que cruza la Ruta Nacional 9) y en 38 barrios de la capital mediterránea. A ese panorama se sumó que en las últimas semanas el COE debió extender cordones sanitarios en tres barrios privados (los llamados “countries”), ya que no sólo hubo fiestas caseras “a las que llegaba gente de afuera hasta en los baúles” contaron los vigilantes de las entradas a los medios de comunicación locales; sino que por el relajamiento en la prevención de la pandemia en los salones de “usos múltiples” de esos complejos se celebraron fiestas con “mucho más de los diez miembros” autorizados por el gobierno provincial.
Tampoco faltaron los partidos de fútbol, los picnis a orillas del río, los cumpleaños de 15 y hasta las carreras clandestinas de caballos.
“Lamentablemente Córdoba junto a Jujuy y Mendoza nos hemos convertido en ejemplo de lo que no se debe hacer –opinó Soriano-. Ahora estamos a quince días del (festejo) del Día del Amigo y desgraciadamente comprobando los resultados de que se autorizaran reuniones en restaurantes, en lugares que por más protocolo que tengan, son lugares cerrados por los que circula el virus en el aire y queda en el piso y las superficies. En casi todos la gente no está a dos metros de distancia, y claro, para comer o beber se sacan los barbijos”. Según el médico, “cuando se le da prioridad a lo económico pasan estas cosas. Hay un grave error en creer en la falsa antinomia salud versus economía. En todo el planeta los que cedieron a los factores económicos, a todos les fue mal. Tuvieron menos PBI y empeoraron la salud, y tienen miles y miles de muertos.»
No hubo que salir a otras zonas del mundo para comprobar lo dicho por Soriano: una de las tantas ciudades cordobesas perjudicadas por esta falaz dicotomía, fue Marcos Juárez. Su intendente, Pedro Dellarossa no acató la prohibición del COE, y autorizó la reapertura de negocios comerciales. El resultado fue, hasta ahora, el contagio de unas 360 personas. Al político macrista no sólo le cupo la condena social; sino que un fiscal lo procesó “por abuso de autoridad y por poner en riesgo la salud pública previstos en los artículos 248 y 205 del Código Penal”.
Según Oscar Atienza, “lo que la economía abre; el coronavirus te lo cierra”. En cuanto al pico de la pandemia en esta provincia, las opiniones están repartidas. “Algunos hablaron del 20 de agosto, y ahora lo extienden a septiembre”. Eso nunca se sabe. Varía según las acciones que cada comunidad tome o no en los cuidados.
Para el médico Raúl Fernández Reuter, que atiende en la clínica universitaria de la Daspu, “el aumento de casos es notorio, y creo que el descuido mayor son las reuniones en las casas. Hay una discusión de por qué el bar sí y la casa no, por ahí se puede controlar el espacio público, el cerrado, privado, es casi imposible». Según este profesional, cuando «el 16 de agosto el Gobierno nacional reevalúe la situación, no tendrá mejores números. Con la cuarentena retrasarán picos y picos y picos… Pero mientras la gente no tome conciencia, no se puede hacer más de lo que se hizo. En Córdoba hay muchas cosas abiertas y la gente está saliendo mucho. Es lo que se vive y se ve. El encierro (de la cuarentena) ha sido útil; pero también ha sido difícil y en lo médico y ha retrasado tratamientos. Y claro, en los últimos días, a mayor circulación de personas, mayor circulación de virus.
Fernández Reuter dijo a este diario que “el tema es tratar de pasar agosto sin pasar los 150 casos por día. En 18 días duplicamos los casos. En la segunda quincena de julio teníamos entre 30 y 50 casos diarios, y ahora vamos entre 100 y 140 casos. Para su colega Soriano, «mientras no haya vacuna, no nos queda otra que el tratamiento que pueda surgir; o el aislamiento. El virus no perdona. Y el pico vendrá según las acciones de cada comunidad”.
Por su parte, Carlos Presman, gerontólogo y uno de los más prestigiosos médicos de la provincia, le dijo a Página/12 que «coincido con la opinión de los investigadores de FAMAF (Facultad de Astronomía, Matemáticas y Física de la Universidad Nacional de Córdoba), que aumentará la curva de contagios y los internados. El futuro que se viene es el más complejo en los (próximos) 30 y 45 días». Presman agregó que suscribe «a las medidas sanitarias del gobierno de evitar las reuniones familiares y sociales, porque en lo que va de la pandemia, la mayoría de los contagios fueron en situación familiar y social. Incluso de los agentes de salud. Por eso es tan trascendente en las próximas semanas extremar los contactos a lo indispensable». El médico insistió en «reforzar el distanciamiento, el lavado de manos y el barbijo. No compartir el mate, no dar abrazos. Hay que entender que la distancia de dos metros es clave y trascendente. Los países que están controlando la pandemia son los que mantienen el distanciamiento. Así lo han hecho en Alemania y China, por ejemplo. Hay que entender que esto trajo un cambio cultural de vida para todos, y se quedará por años».