A un mes del apagón no hay quien explique qué pasó
A un mes del apagón que dejó a oscuras a casi todo el país e incluso a territorios vecinos, la única novedad es que no hay novedades. “No hay fecha”, es la lacónica respuesta que ofrece la Secretaría de Energía ante la consulta sobre el informe que su titular, Gustavo Lopetegui, ofreció dar “en un plazo de 15 días”, apenas sucedió el hecho. Opinó, sin embargo y sin conocer los detalles de la gran falla global del sistema eléctrico, que el episodio no volvería a suceder. Al menos, habrá que reconocerle el logro; pasaron 30 días y no se produjo otro apagón de semejante magnitud.
Pese al silencio oficial tras la conferencia de prensa brindada por Lopetegui en el Congreso, en esos primeros días de confusión y polémica (16 de junio, día posterior al apagón de aquel domingo Día del Padre), algunos hechos significativos han salido a la luz. En sus declaraciones, el secretario de Energía responsabilizó a la transportista en alta tensión, Transener, por el apagón. En su versión, la salida de varias líneas de alimentación al mismo tiempo había sido provocada por “una falla operativa” de la empresa, por no haber actualizado ni reprogramado el sistema de desconexión automática de generadores tras la salida de servicio del trayecto Colonia Elía – Belgrano. De inmediato, la concesionaria bajo control de Pampa Energía (grupo Mindlin), deslindó responsabilidades, denunciando que lo que había fallado es el sistema de Disparo Apertura de Generación (DAG) que no estaba bajo administración y operación de Transener, sino de Cammesa, el organismo público privado encargado de administrar el mercado mayorista eléctrico.
No fue el único aspecto en disputa no resuelto ni aclarado. Pocos días después de su conferencia de prensa, Lopetegui hizo una exposición ante un plenario de comisiones en el Senado, ante el que expuso una serie de cuadros descriptivos del mercado eléctrico. Entre los datos que ofreció se observaba una fuerte caída de inversiones previstas en Transener para el año 2019: 23 por ciento menos con respecto a 2018 y 34 por ciento más bajas si se las comparaba con 2015. Lopetegui, lejos de cuestionar esa actitud de la empresa, la defendió, señalando que las inversiones totales realizadas entre 2016 y 2019 eran muy superiores a las de los años previos (kirchnerismo), presentados en pesos y ajustados por inflación. De haberlos presentado en dólares, tras la megadevaluación de 2016 a 2019 el resultado hubiera resultado mucho más negativo. Cabe recordar que se trata de un sector en el que hasta las tarifas están dolarizadas, por decisión del gobierno central.
Tampoco hizo referencia en dicha oportunidad a la paralización del Plan Federal de Transporte Eléctrico, por la cual quedó suspendida la construcción de nuevas líneas de alta tensión (500 kv). La última línea de alta tensión que se sumó al sistema interconectado nacional data de 2015 y fue la línea Lavalle – Santiago del Estero, de 86 kilómetros, que permitió vincular a dicha provincia con el SIN.
El macrismo interrumpió la expansión de la red de alta tensión extra. Durante las gestiones de Juan José Aranguren, Javier Iguacel y Gustavo Lopetegui no se sumó un sólo kilómetro de línea. El colapso de la mañana del domingo 16 de junio estuvo claramente vinculado a la falla en la oferta al mercado. Nadie puede suponer que la demanda eléctrica de las 7 de la mañana de un domingo haya sido responsable de hacer saltar el sistema, a esa hora muy por debajo de la oferta disponible. Pero la misteriosa falla «indispuso» el sistema, al dejar tres líneas de alimentación fuera de servicio, provocando la reacción de «desconexión» del resto ante una demanda no prevista. Al menos, hasta que Lopetegui se «reconecte» y pueda ofrecer una explicación diferente.