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¡UNA VERGÜENZA!

«Jugadores, jugadores, no se los decimos más, si nos ganan los de Mitre los mandamos al hospital».

Todavía no había empezado el partido de Copa Argentina y los hinchas de Newell’s ya entonaban cantos amenazantes contra sus propios futbolistas. Lamentablemente para todos, tiempo después, con el 2-1 de Mitre prácticamente sellado, intentarían cumplir su cometido.

Faltaban un puñado de minutos para que finalizara el encuentro cuando un nutrido grupo de ¿simpatizantes? de Newell’s  rompió el alambrado de una de las cabeceras del estadio de Unión con la intención de ingresar al campo de juego, algo que no pudieron conseguir, aunque eso no impidió que lograran suspender el partido.

Es que desde la tribuna que ocupaban los rosarinos volaron todo tipo de elementos contundentes. Desde pedazos de mampostería hasta la mochila de un inodoro, que impactó en el rostro de uno de los efectivos, hiriéndolo y obligándolo a abandonar el operativo. Como él hubo otros policías que registraron heridas cortantes por las piedras que cayeron sobre el campo de juego, haciendo que el árbitro Lucas Novelli parara momentáneamente el encuentro.

Momentos después llegaría la suspensión del encuentro, cuando el jefe del operativo le dijo al juez que no podía darle garantías para que continuara. Lo que sí continuó fue el terror: no conformes con lo hecho dentro de las inmediaciones, los energúmenos de siempre la siguieron afuera, ahora contra la gente de Villa Mitre, que no pudo festejar esta histórica victoria como merecía. Así quedó la cancha de Unión.

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