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La producción industrial pyme cayó 7,4 por ciento en septiembre, según CAME La recesión todavía no encuentra piso

La producción de la industria pyme cayó un 7,4 por ciento en septiembre, según informó la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Es el quinto mes consecutivo en descenso y el 60 por ciento de las empresas del sector finalizó el mes con bajas anuales. Frente a agosto se registró una declive de 6,3 por ciento (en la medición con estacionalidad), y en los nueve meses del año se acumula un retroceso de 1,5 por ciento frente a igual periodo de 2017.

Las empresas están trabajando con apenas el 55,8 por ciento de sus instalaciones y el 31 por ciento cree que en los próximos meses la fabricación seguirá cayendo. Los altos niveles de endeudamiento, las altas tasas de interés para cambiar cheques, y el bajo consumo interno son los problemas que más preocuparon a las industrias en septiembre.

Los 11 sectores relevados cayeron en la comparación anual. Las bajas más acentuadas se dieron en Productos de Metal, Maquinaria y Equipo (-10,8 por ciento), Material de Transporte (-10), Productos de Madera y Muebles (-9,9), Fabricación de Productos Eléctrico-Mecánicos, Informática y Manufacturas (-9,7), Minerales no Metálicos (-9,6), Calzado y Marroquinería (-9,4), Productos Químicos (-8,3) y Productos de Caucho y Plástico (-6 por ciento).

Lo que mejoró levemente en el mes, fue el porcentaje de industrias con rentabilidad: 32,1 por ciento frente al 28,9 por ciento en agosto. “Las dificultades económicas están obligando a mejorar la eficiencia para sostener márgenes y aguantar el negocio hasta que el ciclo se recupere. Las empresas en septiembre manifestaron muchas limitaciones para pasar presupuestos frente a la inestabilidad de precios. Hubo casos donde se prefirió posponer la venta a asumir el riesgo de no poder reponer luego el producto. Eso generó algunas demoras en el proceso de elaboración de septiembre y se dio la paradoja de que las firmas no entreguen stock cuando más necesitan vender”, destacó CAME.

Uno de los problemas que afecta a la mayor parte de las industrias, son las altas tasas para cambiar cheques. “Las tasas promocionales al 29 por ciento ya prácticamente no se consiguen y no bajan del 70 por ciento anual”, advirtió CAME. La casi única fuente de financiamiento disponible para los que no pueden autofinanciarse, son los proveedores, pero poniendo estrés en la cadena de pagos. Según los resultados de la encuesta pyme, el 30 por ciento de las empresas se respalda con proveedores, un 3 por ciento con prestamistas y otro 14 por ciento con préstamos familiares.

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