A 168 AÑOS DEL FALLECIMIENTO DEL PADRE DE LA PATRIA, SU EJEMPLO TODAVÍA NOS SIGUE MARCANDO EL CAMINO COMO PAÍS *Por Domingo Peppo, gobernador de la Provincia del Chaco.

Hoy, 17 de agosto, conmemoramos el 168º aniversario del paso a la inmortalidad del máximo prócer de nuestra historia nacional: el General José Francisco de San Martín, el Padre de la Patria, el Libertador.

Hijo de Juan de San Martín y Gregoria Matorras, nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, una de las misiones jesuíticas correspondiente hoy al territorio de la Provincia de Corrientes y falleció a los 72 años de edad, el 17 de agosto de 1850 en Boulogne Sur Mer, Francia. Sus estudios los inició en el Real Seminario de Nobles de Madrid y en la Escuela de Temporalidades de Málaga en 1786. Posteriormente ingresó al ejército español e hizo su carrera militar en el Regimiento de Murcia. Combatió en el Norte de África, luego contra la dominación napoleónica de España y participó en las batallas de Bailén y La Albuera.

Su actuación destacada le valió rápidos ascensos. En el año 1812, tras haber alcanzado el grado de Teniente Coronel, decidió retornar a Buenos Aires y luchar por su patria, creando la Logia Lautaro,  junto con Carlos María de Alvear y Julián Álvarez; esta entidad secreta significó el inicio definitivo del camino independentista de nuestro país, ya que su principal objetivo era luchar para lograr la independencia de América de los españoles, estableciendo un sistema republicano unitario y un gobierno unipersonal.

Ese mismo año, la Junta de Gobierno que se había constituido en Buenos Aires le encomendó la creación del Regimiento de Granaderos a Caballo (que hoy lleva su nombre), para la defensa de las riberas del Paraná, que tuvo su bautismo de fuego en el combate de San Lorenzo.

En Septiembre de 1814 fue nombrado Gobernador Intendente de Cuyo. El Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón lo nombró “General en Jefe del Ejército de los Andes”. Tras organizar este ejército, y con el apoyo incondicional de la Logia Lautaro, cruzó la Cordillera de los Andes y lideró la liberación de Chile, en las batallas de Chacabuco y Maipú. Venció a los realistas, entró en Santiago y aseguró el 5 de abril de 1818 la independencia de Chile.

En 1820 comenzó la campaña de Perú, entrando en Lima (centro del poder español en Sudamérica) en Julio de 1821 para proclamar la independencia de este país el 28 del mismo mes.

Dispuesto a no participar en los enfrentamientos entre sus propios hermanos, finalizó su carrera de las armas luego de producida la Entrevista de Guayaquil con Simón Bolívar, en 1822, donde le cedió su ejército y la meta de finalizar la liberación del Perú.

En 1848, casi ciego, se trasladó a Boulogne-Sur-Mer (Francia), donde falleció el 17 de Agosto de 1850.

El General San Martín es un hombre que ha dejado profundas e imborrables huellas, que trascienden en el tiempo por su grandeza, su lucha y la magnitud de sus obras; gran persona, estratega y conductor político.

Claro ejemplo de fortaleza y convicción, portador supremo e indiscutible de los valores de independencia y libertad. Su autoridad moral lo convierten sin lugar a dudas en jefe indiscutido y señero modelo de ecuanimidad en su función de militar y de gobernante.

Frente a las distintas adversidades, pudo encontrar la superación en cada batalla que libró. Pudo ver cuál era el camino que debían seguir los pueblos americanos para establecerse como naciones libres y soberanas.

Su mayor anhelo fue siempre la libertad de su Patria; por eso San Martín es una pieza fundamental en la construcción de nuestra identidad nacional.

Su ejemplo todavía hoy nos sigue marcando el camino como país y su grandeza quedará para siempre en nuestro legado de cultura, de historia nacional. Gracias a su lucha y la de los valientes que lo acompañaron, nuestro pueblo conoce la libertad, tesoro que debemos defender y conservar contra cualquier vestigio que nos la pretenda arrebatar; porque esta semilla que nos ha legado, nunca más podrá ser segada de nuestro pueblo.

Hoy, más que nunca, recordemos la vida y el legado del “Padre de la Patria”, para que imitando sus virtudes y teniendo presentes sus valores, estemos a la altura de los grandes desafíos que nos imponen nuestra realidad nacional y provincial, renovando nuestro compromiso de continuar trabajando sin divisiones, sin sectarismos, por un porvenir mejor para todos y cada uno de nosotros y las generaciones venideras de este bendito suelo argentino.

Respeto y admiración a la memoria del General José Francisco de San Martín.

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