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Varios empresarios describieron mecanismos de aportes de dinero y se ordenaron nuevas detenciones

Lluvia de arrepentidos y detenidos en Tribunales
El ex titular de la Cámara de la Construcción Carlos Wagner describió un sistema de cartelización de la obra pública y pago de retornos. Quedaron detenidos los ex funcionarios Uberti y Olazagasti y el ex UIA Lascurain.
En Comodoro Py llueven arrepentidos. Empresarios, todos ellos, que no quieren quedar presos y para eso empiezan a describir ante el fiscal Carlos Stornelli –quien les insinúa que le quedan pocas sortijas en la calesita– un sistema de pagos de distinto tipo a ex funcionarios del kirchnerismo. La mayoría no habla de sobornos, sino de aportes a campañas electorales. Pero ayer hubo una sorpresa ya que el empresario Carlos Wagner, ex presidente de la Cámara de la Construcción, se corrió de ese repertorio y describió un sistema de cartelización en la obra pública en el cual las empresas que recibían contratos acordaban, según su relato, pagos a modo de retornos cuya recaudación vinculó con Roberto Baratta, ex número dos del ministerio de Planificación y José López, ex secretario de Obra Pública, quienes reportaban al ex ministro Julio De Vido, que también declaró pero con un escrito (ver página 8). Wagner consiguió la excarcelación poco después de declarar, en cuanto el juez Claudio Bonadio homologó el acuerdo como imputado colaborador. Será clave que en la investigación se coteje con pruebas lo que se va describiendo en estas declaraciones. Hacia la noche era liberado también con un acuerdo de arrepentido Jorge Neyra, de Electroingeniería, y se perfilaba a conseguir lo mismo Claudio Glazman, de sociedad Latinoamericana de Inversiones. A última hora el juez ordenó la detención de Claudio Uberti, que fue titular del Organo de Control de Concesiones Viales (Occovi), del ex titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Juan Carlos Lascurain y de José María Olazagasti, el ex secretario privado de De Vido (ver aparte).
Hasta ahora son nueve los arrepentidos, incluido el remisero Oscar Centeno que se reconoció como autor del contenido de los cuadernos Gloria, escritos en sus tiempos de chofer de Roberto Baratta. Stornelli amaga con la metáfora de las sortijas que se terminan, pero sigue sumado imputados colaboradores que consiguen la libertad y la calesita empieza a parecer un colectivo 60 en hora pico. Hasta ahora, la mayoría se presentaban como víctimas de presiones del aparato político que no les daba más remedio que hacer aportes para la campaña si querían mantener una relación armoniosa con el Gobierno, proveedor de contratos de obra pública. El primero en salirse un poco de esa lógica fue el ex directivo de Techint Héctor Zabaleta. Los hechos a los que aparecía vinculado en los cuadernos no coincidían con un período electoral, de modo que dijo que lo mandó a pagar Betnaza por un “compromiso con el Gobierno porque si no le iban a cortar la luz y el gas a Siderar y Siderca”. Betnaza tuvo que presentarse ayer como imputado y se volvió tranquilo a su casa después de referirse a pagos vinculados con una gestión del Gobierno por Techint  ante Venezuela. La  indagatoria de Wagner, de la constructora Esuco, ofreció un ángulo diferenciado de todas las demás.

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