Según el Indec, la inflación en junio fue del 3,7 por ciento Precios por las nubes
La inflación de junio se ubicó en un 3,7 por ciento, informó el Indec, empujada por alimentos y bebidas, transporte, combustibles, prepagas y equipamiento para el hogar. La fuerte aceleración de los precios se explica por el impacto rezagado de la devaluación de mayo y la propia suba del dólar en junio, junto con la suba de precios puntuales sobre los que el Gobierno tiene injerencia, como el transporte público, las naftas y la medicina prepaga. En sólo seis meses, los precios subieron un 16 por ciento frente al mismo período de 2017, lo cual supera a la antigua pauta del 15 por ciento que el Banco Central había definido para todo el año. La comparación del mes pasado frente a junio de 2017 arroja un alza del 29,5 por ciento, que se acerca a la estimación superior al 30 por ciento que se espera para finales de año.
Un dato saliente de junio (que ya se había registrado en mayo) es que la inflación no estuvo impulsada por los servicios públicos, sin bien estos realizaron su contribución a la presión de los precios. En cambio, la tracción principal de la inflación estuvo dirigida por el llamado “IPC-Núcleo”, que son aquellos precios estructurales a los que el Gobierno venía apelando para justificar un supuesto control sobre el ritmo de la inflación. En junio, el IPC-Núcleo subió un 4,1 por ciento como respuesta a la fuerte suba del dólar.
El rubro de alimentos y bebidas subió el mes pasado un 5,2 por ciento mientras que transporte lo hizo en un 5,9 por ciento por la suba de los colectivos y el tren y el avance de la nafta. Salud subió 4,3 por un nuevo incremento en la cuota de las prepagas, y equipamiento del hogar, un 4 por ciento.