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La Casa Rosada aceptó modificar la reforma laboral

de la UCR que arremetía contra la organizaciones gremiales.

Proyecto de ley Bases: El Gobierno selló un acuerdo con los bloques colaboracionistas y dará hoy dictamen exprés

La reforma laboral del radicalismo había empantanado las negociaciones con otras bancadas dialoguistas. El PRO, la UCR y HCF acompañarán la propuesta libertaria en un plenario de comisiones de Diputados, que el oficialismo quiere llevar el lunes y martes próximo a recinto para darle media sanción.

En medio de frenéticas reuniones en Diputados, el oficialismo terminó de cerrar ayer por la noche un acuerdo con los bloques colaboracionistas del PRO, la UCR y Hacemos Coalición Federal (HCF) para llevar hoy al plenario de comisiones y darle dictamen exprés a la versión reducida del proyecto de ley Bases, el capítulo fiscal y la reforma laboral. La Casa Rosada aceptó modificar a último momento el texto de la reforma laboral impulsado por el radicalismo, que había empantanado las negociaciones en medio de discusiones entre los propios aliados dialoguistas y con los libertarios. Ahora el oficialismo buscará llevar este dictamen al recinto el lunes o martes próximo para su aprobación. Así, consideran, podrán llegar al “Pacto de mayo” con las leyes sancionadas, condición que el presidente Javier Milei impuso para arribar a un acuerdo con los gobernadores tras la asfixia económica que les provocó a las provincias.

El acuerdo se selló pasadas las 19 cuando por fin el oficialismo y los bloques dialoguistas del PRO, la UCR y HCF lograron una redacción que conformó a todos, pero que no beneficiará al sector de la sociedad que dicen querer proteger. De esta manera y a partir del mediodía de hoy se reunirá el plenario de las comisiones de Legislación General, de Presupuesto y Hacienda y de Asuntos Constitucionales.

Pero antes el oficialismo tuvo que sudar con sus aliados para, por ahora, no chocar con una nueva frustración. El principal escollo, aunque parezca una contradicción, fue el texto de la reforma laboral que impulsa la UCR. En su propia negociación con el Gobierno, el radicalismo le propuso incorporar a la recortada Ley Bases la reforma que toma las propuestas del DNU 70/23 de Milei frenadas por la Justicia del Trabajo para transformarlas en ley.

Según lo acordado, en el capítulo laboral del proyecto de ley Bases quedó la extensión del período de prueba a seis meses; la opción del fondo de cese laboral por convenio; el agravamiento indemnizatorio por despido discriminatorio y la eliminación de las multas por trabajo no registrado. 

Quedó pendiente la pretendida imposición de penas, de entre 6 meses y 3 años de cárcel, por bloqueos sindicales. Un artículo que claramente tiene como destinatario el sindicato de camioneros que lideran Hugo y Pablo Moyano.

Según trascendió, entre l que quedó descartado estánlos artículos referidos a la prohibición de las cuotas solidarias, la ultraactividad de los convenios colectivos, la reglamentación del derecho de huelga en los servicios esenciales, la limitación de las asambleas y el teletrabajo, entre otros.

Este capítulo fue lo que enfrentó a los propios dialoguistas y a éstos con el oficialismo por la falta de definiciones. En un momento la UCR amenazó con pegar el portazo y no aportar sus votos a Ley Bases porque, entendían, no se iba a discutir la reforma laboral. 

Tardaron, pero entendieron que estaban confundidos porque por un momento estaban convencidos que el bloque HCF que conduce Miguel Ángel Pichetto estaba en contra del todo el capítulo laboral. Pero Pichetto solo rechazaba algunos aspectos de ese articulado que impulsan los radicales. Por caso, no acepta la restricciones al derecho a huelga o la pretensión de eliminar la cuota solidaria que los gremios cobran a los no afiliados a través de los convenios colectivos.

A pesar de que en un momento el PRO llegó a amenzar con retirarse de las negociaciones, la sangre finalmente no llegó al río y sobre el final de la tarde comenzaron a tejerse los acuerdos. La pelea por momentos parecía que era todos contra todos. Los radicales sostenían que La Libertad Avanza priorizaba los pedidos del bloque que lidera Pichetto. En tanto, el macrismo pensaba que estaban siendo dejado de lado de sus socios libertarios. 

Al final los radicales anunciaron lo que hace cualquier bloque: impulsará su dictamen con todas las medidas antiobreras que incluye su reforma laboral, pero acompañará en general el dictamen de mayoría donde quedaron los artículos que apoya toda la oposición dialoguista.

En rigor, a la Casa Rosada no le disgusta el proyecto de los radicales. Es flexibilizador de las relaciones laborales tanto como el capítulo laboral del DNU 70/23 que está frenado por la justicia. Pero prevaleció, según transcendió, lo acordado con la CGT de no avanzar en algunos derechos sindicales y por eso «la modernización» laboral, como ahora la llaman, será más liviana.

El descontrol

En ese descontrol los diputados que responden a los gobernadores de Salta y Misiones, lograron reinstalar en el proyecto incluir en el dictamen nuevamente todo el capítulo de impuestos al tabaco.

La reforma laboral tuvo otro capítulo aparte en la comisión de Legislación Laboral, que preside el radical Martín Tetaz. Allí diputados de Unión por la Patria y del Frente de Izquierda, cuestionaron a Tetaz por poner en discusión un proyecto que ni siquiera tiene número de expediente ni un texto sobre el cual se debatía. UxP ni el FIT están en el radar del oficialismo, a quienes margina de las negociaciones y de los textos de los proyectos que comparte con los dialoguistas.

Fuente Pagina 12

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