La declaración de la cumbre en Cuba
El G77+China exigió «reformar la arquitectura financiera global»
Las 134 naciones que forman parte del bloque denunciaron el «actual orden económico internacional injusto» y pidieron un «enfoque más inclusivo y coordinadol, con mayor énfasis en la cooperación entre los países». Además, reafirmaron «el compromiso de fortalecer la unidad y solidaridad en aras de lograr sus objetivos y de reforzar su papel en el contexto internacional actual».
El G77+China cerró este sábado en Cuba con una declaración que exige «una reforma integral de la arquitectura financiera global», denuncia el «actual orden económico internacional injusto» y rechaza «las sanciones unilaterales», a la vez que destaca el papel de la ciencia, tecnología e innovación para combatir el cambio climático «que impacta de manera desproporcionada a los países en desarrollo».
El texto, de 47 puntos y 9 páginas, inicia con un llamado a las 134 naciones que forman parte del bloque para «actuar unidos» y reafirma «el compromiso de fortalecer la unidad y solidaridad en aras de lograr sus objetivos y de reforzar su papel en el contexto internacional actual».
En coincidencia con lo denunciado en la gran mayoría de los casi cien discursos que dieron los jefes de delegaciones en los dos días de debate en el Palacio de Convenciones de La Habana, el documento da cuenta «de una profunda preocupación» por «el actual orden económico internacional injusto para los países en desarrollo».
El grupo indicó que esto ocurre por los efectos negativos de la pandemia de Covid-19, las tensiones geopolíticas, las medidas coercitivas unilaterales, la fragilidad de las perspectivas económicas mundiales y el aumento de la presión sobre los alimentos y la energía.
«El G77+China sale fortalecido de la cumbre de La Habana. Sale más unido, más cohesionado y por tanto sale mejor preparado para enfrentar de manera eficaz los diferentes procesos multilaterales en los que es un actor clave»Rodolfo Benítez
En su enumeración, también critica la volatilidad de los mercados, la inflación, la creciente carga de la deuda externa, el aumento de la pobreza extrema, los efectos del cambio climático y una profundización de las desigualdades dentro de los países.
«Subrayamos la urgente necesidad de una reforma integral de la arquitectura financiera internacional y de un enfoque más inclusivo y coordinado de la gobernanza financiera mundial, con mayor énfasis en la cooperación entre los países, incluso mediante el aumento de la representación de los países en desarrollo en los órganos mundiales de toma de decisiones y formulación de políticas», reclama el G77 en su declaración.
Esto va en sintonía con lo que dijo en la ceremonia inaugural el secretario general de la ONU, António Guterres, que pidió una reforma del Consejo de Seguridad, muchas veces paralizado por el poder de veto de sus miembros permanentes, como también del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
El G77 también expresó su rechazo a «todas las formas de medidas económicas coercitivas, incluidas las sanciones unilaterales contra los países en desarrollo» y retiró «la urgente necesidad de eliminarlas inmediatamente».
Sobre este punto, otro eje que se repitió en varios discursos fue la condena al bloqueo contra Cuba impuesto por Estados Unidos desde hace 60 años.
La declaración también expone la «preocupación» del bloque ya que los países en desarrollo «están muy lejos de alcanzar» los Objetivos de Desarrollo Sostenible, una serie de metas a lograr en 2030 en cuestiones como salud, educación, igualdad de género y hambre cero que fueron propuestas en la ONU.
Celebrada bajo el lema «Los retos actuales del desarrollo: papel de la ciencia, la tecnología y la innovación», el comunicado final de la cumbre resalta que se trata de tres «pilares, facilitadores y catalizadores para apoyar el crecimiento sostenido, inclusivo y sostenible».
«Reconocemos la oportunidad que ofrecen la ciencia, la tecnología y la innovación para el pleno disfrute de todos los derechos humanos por todas las personas, incluido el derecho al desarrollo. Instamos a avanzar en la inclusión digital, así como a lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas, y a reforzar su acceso y participación de forma plena, equitativa y significativa en estos ámbitos«, expresa el texto.
El documento también insta a «formular estrategias encaminadas a combatir la fuga de cerebros de recursos humanos especializados formados en los países del Sur» y a una «colaboración científica abierta y equitativa» entre los países.
Asimismo, reconoce el papel de la ciencia, la tecnología y la innovación «para identificar y enfrentar los desafíos planteados por el cambio climático, cuyos efectos impactan de manera desproporcionada a los países en desarrollo».
En ese sentido, explicita que hay «responsabilidades comunes pero diferenciadas» respecto a las naciones industrializadas, que son las que producen más gases contaminantes.
El bloque, que representa al 80% de la población mundial y es considerado la mayor organización intergubernamental dentro de la ONU, también le demandó al Norte que «fortalezca la cooperación» con el Sur, principalmente en inversiones para el desarrollo.
En sus últimos párrafos, los países del bloque afirmaron se declarará el 16 de septiembre, mismo día en que se oficializó esta declaración, como el Día de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación en el Sur.
«El G77+China sale fortalecido de la cumbre de La Habana. Sale más unido, más cohesionado y por tanto sale mejor preparado para enfrentar de manera eficaz los diferentes procesos multilaterales en los que es un actor clave», explicó el director general de Asuntos Multilaterales y Derecho Internacional del Ministerio de Exteriores de Cuba, Rodolfo Benítez, consultado por Télam.
«Para poder lograr lo que estamos proponiendo es absolutamente necesario e indispensable preservar la unidad y la solidaridad entre los miembros del grupo. Eso ha sido un mensaje absolutamente unánime de las delegaciones», añadió.
La declaración puso fin al foro internacional que contó con un total de 1.300 participantes de 116 países y 12 agencias del sistema de la ONU, según precisaron los organizadores.
Los presidentes Alberto Fernández, de la Argentina; Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, y Gustavo Petro, de Colombia, son parte de la treintena de jefes de Estado que viajaron a La Habana, como también los mandatarios de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Nicaragua, Daniel Ortega.
México no integra el G77, pero en la capital cubana estuvo la canciller Alicia Bárcena, quien expresó el interés de su país de volver al grupo del que se fue en 1994, cuando se adhirió a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).
En una segunda declaración, las delegaciones aceptaron esta solicitud, que de formalizarse aumentará a 135 los Estados miembros del bloque fundado en 1964 originalmente por 77 Estados, entre ellos la Argentina.
Cuba asumió la presidencia pro tempore de manos de Pakistán el 12 de enero pasado y se la trasladará a Uganda durante la tercera Cumbre del Sur que se realizará del 20 al 23 de enero próximo en la capital Kampala.
Fuente Telam