Cuesta destacó el trabajo social del merendero Creciendo Juntos
“Hay que escuchar las demandas”
Elida Cuesta continúa recorriendo los merenderos y comedores de Resistencia, esta vez acercó donaciones a Creciendo Juntos, de la fundación Dinamita, en el barrio Bettina Vásquez, donde destacó el trabajo de Yanina Frutos e Ivana Barbetti. En el lugar, ambas encargadas brindan diariamente un plato de comida a más de 70 niñas y niños, además de ayudar con apoyo escolar y llevar adelante una huerta comunitaria y actividades deportivas.
Cuesta señaló que esto es un legado del militante radical y gran amigo José Barbetti y agregó que “fue él quien acompañó la fundación de este merendero que hoy ha aumentado en número de chicos, también de las actividades que realizan, la huerta que ellos tienen para obtener sus propios alimentos y los equipos de fútbol que ahora van a participar de torneos, a quienes vamos a ayudar con las remeras”.
En ese sentido, la dirigente añadió que cuando se habla de estar en el territorio es acompañar y escuchar las demandas, ya que “esto está organizado por las y los vecinos, por Ivana, por todos los que colaboran ad honorem”, y remarcó además que en todos los barrios hay gente como Ivana, como Yanina, que tienen muchas ganas de colaborar, y a esas personas hay que apoyar para que sigan ayudando.
“Acá están los hechos”
Yanina Frutos señaló que están todos los días con más de 70 chicos, trabajando en lo social. “Lunes, miércoles y viernes tenemos el potrero con diferentes categorías, con merienda antes del entrenamiento y cena después. Martes y jueves tenemos clases de apoyo con merienda y de lunes a viernes, por la mañana, tenemos el trabajo de huerta, que es un trabajo social. Todo lo que se siembra y cosecha es utilizado en cada cena de cada chico”, recalcó.
Así también remarcó que “acá están los hechos, y estamos soportando todo porque aguantamos mucho; acá tenemos a los chicos todos los días, así que hay que ponerle el pecho y el corazón y seguir adelante”.
Por su parte, Ivana Barbetti destacó que cuesta, pero hoy, con trabajo y equipo, con voluntad y empatía, se puede. “Porque la verdad que no es fácil donar siempre la carne, las verduras, que es lo que más se necesita, porque con un paquete de harina o uno de arroz no hace una comida. Los chicos necesitan alimentarse bien y para eso nosotros tratamos siempre de estar presentes. Es difícil, pero no imposible”, concluyó.