El Papa con pobladores indígenas del mundo
Esta semana se hizo en Roma el sexto Foro Internacional de Pueblos Indígenas de Latinoamérica, Asia y África, para debatir el papel de esas comunidades en la lucha contra el cambio climático.
Entrevista a Jesús Martínez, líder del pueblo originario Lenca de El Salvador
Página/12 en Italia
Desde Roma
Fondo Internacional para el desarrollo Agrícola (FIDA), ente miembro de Naciones Unidas, hizo esta semana en su sede de Roma el sexto Foro Internacional de Pueblos Indígenas de Latinoamérica, Asia y África, para debatir el papel de esas comunidades en la lucha contra el cambio climático. El Foro fue creado en 2011 para escuchar a los indígenas, su sabiduría, sus proyectos y estimular a los gobiernos a escucharlos. El encuentro se hace cada dos años en coincidencia con la reunión del consejo de gobernadores de los 177 países miembros del FIDA.
En su portal web, FIDA publicó que «los Pueblos Indígenas desempeñan una importante función en la conservación de los ecosistemas y la gestión de los recursos de manera sostenible. La comunidad internacional debería tomarlos como ejemplo para obtener orientación a la hora de afrontar los efectos del cambio climático y prestarles apoyo para que lleven adelante su propia labor de desarrollo y fortalezcan su cultura, identidad, conocimientos, recursos naturales, propiedad intelectual y derechos humanos”.
Los indígenas de Latinoamérica
Jesús Amadeo Martínez es un miembro del pueblo indígena Lenca de El Salvador y coordinador general del Foro Indígena de Abya Yala -«tierra grande» en idioma indígena- una plataforma de las redes indígenas de toda Latinoamérica. En una entrevista con Página/12 explicó que el objetivo de estar en esta reunión “es mucho más amplio que el tema del cambio climático”.
Según Jesús Martínez, el Fida trata de promover programas y proyectos a nivel de los gobiernos, que pueden tener impactos positivos o negativos en las comunidades: «puede haber impactos negativos cuando los gobiernos realizan estos proyectos sin tener en cuenta a los pueblos indígenas, sin coordinación con ellos; por ejemplo, proyectos de agricultura. Los proyectos que a veces ellos estimulan son de un monocultivo que agrava la situación del calentamiento terrestre y afecta el cambio climático. En cambio los pueblos indígenas hacemos una agricultura que llamamos milpa con una variedad de granos a sembrar en un mismo lugar como maíz, arroz y frijol”.
Para Martínez esto marca una diferencia importante: “por eso hemos pedido que a través del Fida se promuevan proyectos adecuados no transgénicos y hacer bancos de semillas naturales, propias de los pueblos indígenas. Durante la pandemia se demostró que nuestras semillas son mas resilientes, capaces de adaptarse a cualquier cambio climático. En cambio las semillas mejoradas, transgénicas, a menudo tienen un determinado tiempo de vida, no sirven para varias cosechas. Y ademas dañan la salud de la población”.
–Usted mencionó la agricultura. ¿Pero hay otros proyectos que afectan a los pueblos indígenas? ¿Por ejemplo, como ha sucedido en otros países con la construcción de diques?’
–El Salvador y Honduras están queriendo hacer una represa que se llama Chaparral. Esto significa que van a quedar bajo el agua más de 40 comunidades y lugares sagrados de los indígenas. Un hecho como éste afecta no solo la vida de la población –que tendrá que emigrar– sino el patrimonio cultural de los indígenas. Es necesario buscar mecanismos que permitan una coordinación. La participación de nosotros, los pueblos indígenas, debe ser plena y efectiva. No se trata solo de incluirnos, porque a veces la inclusión daña, en vez de fortalecer la identidad. Porque la inclusión a menudo hace que la gente pierda sus tradiciones, su historia.
–Según usted ¿cuál es el país de América Latina que más sufre el cambio climático?
–Creo que toda Centroamérica es muy vulnerable en este sentido. Más vulnerable que Sudamérica. Estamos afectados además por cosas que suceden en México y en EE.UU. Somos el puente entre Sudamérica y Norteamérica. Los huracanes y otras cosas que padecemos afectan mucho más a los países centroamericanos.
El Papa Francisco y los Indígenas
El Papa Francisco recibió en audiencia privada el 10 de febrero a los indígenas que participaron del Foro en el FIDA. No es la primera vez que Francisco se encuentra con indígenas. Siempre les ha prestado especial atención y ha querido encontrarse con los pueblos originarios en varios países que ha visitado.
En el mensaje dirigido a los indígenas en el Vaticano, pidió a los gobiernos “que reconozcan a los pueblos indígenas de todo el mundo con sus culturas, lenguas, tradiciones y espiritualidades, y que se respete su dignidad y derechos con la conciencia de que la riqueza de nuestra gran familia humana consiste en su diversidad. Ignorar a las comunidades originarias en la salvaguarda de la tierra es un grave error, por no decir una gran injusticia”, subrayó. Recordó además que “asistimos a una crisis social y medioambiental sin precedentes. Si realmente queremos cuidar nuestra casa común y mejorar el planeta, son imprescindibles cambios en los estilos de vida, modelos de producción y consumo. Deberíamos escuchar más a los pueblos indígenas y aprender de su forma de vida para comprender adecuadamente que no podemos continuar devorando codiciosamente los recursos naturales”, concluyó.
–¿Cómo fue el encuentro con el papa Francisco?
–El Papa siempre reconoce que hay que respetar los conocimientos de los pueblos indígenas que son una alternativa para un buen vivir. El es consciente de que ha habido situaciones, tanto de parte de los gobiernos como de la Iglesia, donde se ha minimizado el conocimiento de los pueblos indígenas y también los derechos adquiridos a través de las declaraciones de Naciones Unidas o el convenio 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo). Cuando nos recibió, el Papa puso el énfasis en esto, haciendo un llamado a los gobiernos. Nosotros le llevamos una carta como pueblos indígenas para que él pueda ser nuestro portavoz ante la situación que se está viviendo en la región donde hay luchas sociales, desplazamientos forzados por la existencia de grupos armados o por las industrias extractivas. Le pedimos que haga sugerencias o recomendaciones a los gobiernos. La Iglesia es un poder muy escuchado.
–¿Sus conclusiones sobre el encuentro?
–Tenemos muchas expectativas: que el FIDA pueda asignar recursos a nuestros pueblos indígenas. Algunas veces han dado recursos pero fueron mínimos. Nosotros estamos pidiendo que se nos asignen recursos económicos para que las comunidades puedan hacer frente a nuevas situaciones y redireccionar algunos programas a fin de que se haga más evidente la economía indígena y se le de un impulso. Me refiero a las artesanías propias, a las milpas (la agricultura familiar) y los conocimientos, a la implementación de viveros de plantas medicinales.