EL GOBIERNO DECLARÓ PATRIMONIO HISTÓRICO CULTURAL
A LA PARROQUIA DE SAN JOSÉ – SANTA RITA DE PUERTO TIROL.
El gobernador promulgó la ley que declara patrimonio a la parroquia San José de Puerto Tirol, que este 31 de diciembre celebra su centenario. El templo recibe, cada 22 de mayo, a cientos de miles de fieles y peregrinos, devotos de Santa Rita. El gobernador Jorge Capitanich entregó, este miércoles al párroco Hernán Gómez, el decreto de promulgación de la ley que declara Patrimonio Histórico Cultural a la parroquia San José de Puerto Tirol, donde se encuentra la imagen de la patrona Santa Rita. El templo recibe cada 22 de mayo a cientos de miles de fieles y peregrinos.
Capitanich destacó la devoción por Santa Rita que es uno de los hechos culturales y religiosos más masivos del Nordeste. “La peregrinación es un hecho cultural masivo que refleja una devoción fraterna de nuestras comunidades, por lo que esta declaración es un acto histórico que nos llena de alegría, pero también de compromiso por parte del Estado”, aseguró el mandatario y recordó que el próximo 31 de diciembre la parroquia cumplirá su centenario, cuya misa se celebrará el 1 de enero de 2023.
Por último, resaltó que está cerca de concretarse el convenio de hermanamiento entre la comunidad italiana de Cascia y Puerto Tirol, cuya gestión inició oportunamente durante su viaje a Italia. “Este proceso lleva años, pero ya están dadas todas las condiciones para que pueda prosperar el convenio de hermanamiento que generará una mancomunidad fraterna e internacional que redundará positivamente en las comunidades”, sostuvo.
La declaración de patrimonio histórico se concretó a través de la Ley provincial 3747-E, promulgada con el decreto 3109/22 firmado por el gobernador. La legislación declara patrimonio histórico del Chaco al edificio de la parroquia San José de Puerto Tirol, en todas sus partes conservadas desde su fundación en el año 1922, conforme lo prevé la ley 1.400-E de Patrimonio histórico Cultural y Natural de la Provincia- en su artículo 4º inciso b).
En el acto estuvieron presentes el diputado provincial Hugo Sager, el intendente local Humberto De Pompert Bangher, los párrocos Carlos Dellamea y Hernán Gómez y demás miembros de la comunidad religiosa.
Sager, autor de la ley, resaltó que la parroquia es el lugar de mayor concentración de la fe católica en el Chaco. “En los últimos años hubo un compromiso de acompañamiento del Estado y con la ley hay un compromiso de continuidad”, aseguró.Reparación histórica
El párroco Hernán Gómez destacó que el reconocimiento es una reparación histórica, un reconocimiento al trabajo de los sacerdotes desde hace más de 100 años y al trabajo que viene haciendo la iglesia en la comunidad. “Somos la segunda parroquia más importante en la región como manifestación de fe y peregrinación, después de Itatí y esto es un reconocimiento de su dimensión social y evangélica”, expresó.
El templo se inauguró en 1920 y empezó su trabajo parroquial en 1922, por lo cual el 31 de diciembre cumple 100 años. En sus inicios la comunidad parroquial atendía desde Villa Floriani en Fontana hasta Makallé; fue atendido por diferentes párrocos hasta la llegada del párroco José Antonio Montaña. “Con el nació la devoción a Santa Rita que abre la puerta a la comunidad diocesana y a las otras diócesis”, comentó y aseguró que por eso en noviembre pasado sus restos fueron trasladados desde el cementerio municipal a la parroquia.Patrimonio Histórico Cultural
La ley declara Patrimonio Histórico de la Provincia al edificio de la Parroquia San José de Puerto Tirol, en todas sus partes conservadas desde su fundación en el año 1922, conforme lo prevé la ley 1.400-E de Patrimonio histórico Cultural y Natural de la Provincia- en su artículo 4º inciso b).
La legislación se fundamenta en que el trabajo social, comunitario y pastoral de la comunidad se intensificó, máxime con las nuevas improntas y desarrollo de la devoción de Santa Rita, cuya expansión trascendió los límites territoriales de la localidad, con la llegada del Padre Antonio Montaña, en el año 1953. Así fue que año tras año se consolidó como un lugar de fiesta religiosa y popular, la más convocante de la provincia y la región, enriquecida por el entorno paisajístico que brinda a los visitantes, la Laguna Beligoy, el recorrido de un brazo del Río Negro, los murales que visten los edificios y casas de los pobladores, su gente, entre otros.