Valeria Carreras: «El sabía del espionaje-La abogada de las familias
del ARA San Juan responde todas las chicanas de Mauricio Macri.
«Las familias esperaban la verdad de Macri y sus ministros, pero no la tuvieron», asegura la abogada de las víctimas, que está segura de que el expresidente va a «volver a mentir» en su próxima declaración antel el juez en Dolores. Uno por uno, demuele los argumentos de la defensa.
Mauricio Macri deberá volver a Dolores el miércoles próximo para responder ante el juez Martín Bava sobre el espionaje a las familias de los 44 tripulantes del ARA San Juan, el submarino que se hundió en noviembre de 2017. El expresidente alega públicamente que no hubo tareas ilegales de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) durante su gobierno. Sin embargo, la abogada Valeria Carreras, que representa a la querella mayoritaria en la causa, afirma en diálogo con Página/12 que él no puede haber desconocido el espionaje y que estas acciones marcaron uno de los capítulos más oscuros de la historia de la democracia argentina.
–¿Qué expectativas tiene frente a la nueva citación de Macri?
–Mi expectativa es que vuelva a mentir. Mi expectativa es lo mismo que padecieron las familias: las familias esperaban la verdad de Macri y de sus ministros pero no la tuvieron.
–¿Cómo puede reaccionar Macri contra el juez Bava? ¿Piensa que va a volver a recusarlo antes de la indagatoria?
–Para ello, tendría que haber un hecho nuevo que ponga en evidencia algún tipo de declaración pública en contra del imputado, cosa que no existió. Tendría que haber una demostración de arbitrariedad por escrito que no se dio. Ha habido un cuidado del juez Bava de no dar motivos para una nueva chicana del defensor de Macri, Pablo Lanusse. Si esto se diera, espero que la Cámara lo confirme.
–¿Puede haber Macri desconocido las tareas que se hacían desde la AFI Mar del Plata?
–Yo no creo que con 59 visitas de Gustavo Arribas a la residencia de Olivos más el registro de las visitas a la Casa Rosada, algunas en coincidencia con los reportes de la AFI, no tuviera conocimiento de esto. Yo descreo que pueda deslindarse como públicamente lo hizo. Un elemento que me indica que Macri sabía es que, en su libro, él dice: «En una causa en la que se me pueda acusar de espionaje es muy difícil de probar mi inocencia porque ahí nadie deja pruebas. Si hubiera habido algo así en mi gobierno, que yo no me enteré, habría sido cuentapropismo».
–El expresidente también habla de “presunto” espionaje, dice que no está acreditado.
–Para mí, está probado el espionaje ilegal. Yo estoy frente a pruebas de tareas de inteligencia no ordenadas por un juez. Yo creo que va a ser uno de los capítulos más negros en democracia haber comprobado el espionaje ilegal sobre víctimas.
–Macri afirmó públicamente que decir que hubo espionaje es desconocer cómo funciona la Casa Militar, que cuenta con la colaboración de la AFI para garantizar la seguridad del presidente. ¿Es así?
–Lo que desconoce él son los seguimientos, las fotos, las constancias que hay de casualidad en estos tres discos (digo de casualidad porque el resto fue incinerado). Si hubiese sido una avanzada de la Casa Militar en cuanto a su seguridad, tendría que haber sido uno o dos días antes del arribo de él a la ciudad, pero nunca después porque después no tenía sentido. Si hubiese sido como dijo otra de las personas procesadas que se le hizo entrega de la «avanzada de agenda», no habrían puesto un infiltrado para saber e individualizar a cada persona, de qué modo iba a expresarse y cuál era su postura en las redes sociales respecto del gobierno y de esta búsqueda.
–Hay algunos hechos que no tienen que ver con Macri y que demuestran que la AFI seguía a los familiares.
–Exacto.
–¿Los reportes de la AFI coinciden con las fechas en las que Macri se vio con las familias?
–No necesariamente. La primera vez que Macri se topa con las familias fue el 20 de noviembre de 2017. De esa reunión no hay nada. En esa reunión, la tensión era muchísima.
–¿De esa reunión fallida piensan que surgió la orden para espiar a las familias?
–Nosotros creemos eso pero no tenemos el dato, que lo tendrá que revelar la investigación y tal vez el propio imputado Macri. En esa reunión, ellos se dieron cuenta de que eran mujeres que exigían saber la verdad. Pensamos que después de este encuentro notaron que la situación podría descontrolarse. Esto generaba la atención de la prensa y solidaridad internacional. La prueba es que el ARA San Juan fue «el tema» de la cumbre de la Organización Mundial del Comercio que se hizo en Argentina en noviembre de 2017.
–Más allá de los seguimientos que aparecen en la causa de Dolores, ¿cree que hubo escuchas ilegales?
–Cuando entraba a Mar del Plata, no podía sostener el celular con la mano porque me quemaba. Nosotros creemos que las relaciones con la Mossad o con el marido de Patricia Bullrich han facilitado la compra de los sistemas de captación o intromisión de teléfonos a distancia, lo cual dificulta mucho el poder probarlo.
–En otra causa de espionaje durante el macrismo, tanto Seguridad como la AFI respondieron al juez Marcelo Martínez de Giorgi que no encontraron elementos para afirmar que se haya comprado esa tecnología.
–Una persona de Cibercrimen me asesoró y me preguntó cuándo se alejaron de sus teléfonos todas a la vez. ¿Cuándo? El 6 de febrero de 2018 cuando fueron a Casa Rosada. Todas dejaron sus celulares en dos cajitas. El 11 de marzo de 2018, se dieron de baja las líneas de todos los 44 tripulantes. Coincide con que yo la primera semana de marzo presenté un CD grabado con lo que había mandado uno de los tripulantes cuando zarpan de Ushuaia y él le decía a la mujer: «Esto acá no me gusta nada, se va a demorar».
–¿Los teléfonos eran todos de la Armada?
–No, el fiscal (de Mar del Plata Daniel) Adler les preguntó lo mismo a las señoras. No, eran todas líneas particulares. Algunos tenían abono y ellas los mantenían para escucharles la voz en el contestador. Así, un día se dieron cuenta de que los habían borrado del padrón. La jueza (de Caleta Olivia, que tiene la causa del hundimiento) mandó a preguntar por qué y el titular del registro respondió que, como era público y notorio, se le ocurrió darlos de baja. Nunca tuve una explicación. Yo creo que era por este afán de borrar este tema.
–La causa de Dolores está centrada en el accionar de la AFI, ¿pero es sobre el único organismo que tienen sospechas?
–Vivieron muchísimos episodios que están documentados. Hubo videntes a quienes dejaban pasar en la base naval, donde es muy difícil ingresar. Casi todos los procesados de esta causa dijeron que había colaboradores de la AFI pero no sabemos el nombre. El jefe de la base Mar del Plata viajaba una vez por mes a Buenos Aires para que le dieran efectivo para pagar.
–¿Sigue habiendo gente en actividad de la que hizo el espionaje? ¿Lo hablaron en la reunión que tuvieron recientemente en la AFI?
–No lo hablamos, pero el juez sí hace una mención puntual respecto de Eduardo Winkler (exdirector de Reunión Interior del organismo, actual empleado del Ministerio Público de la Ciudad)
–¿Está conforme con los procesamientos que dictó hasta ahora Bava o falta profundizar?
–Tengo sabor a poco porque solamente la investigación se basa en los elementos de los discos y nosotros aportamos otras trece medidas de investigación.
–¿Cómo toman las mujeres a quienes usted representa, que son parte del entorno de las fuerzas armadas, saber que han sido espiadas por organismos estatales?
–La gestión Macri se ensañó espiando a mujeres. Ellas no pertenecen a las fuerzas. Son mujeres, madres, chicas jóvenes. En un millón de años no hubieran imaginado esto, pero todas se dieron cuenta de que el comportamiento de los teléfonos no era normal y todas creían que en la base había micrófonos. Algo les hizo ser conscientes de que estaban siendo espiadas y de que les mentían.