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Vacunas: No sólo llegan de Rusia sino que ahora también de USA

Nuevas partidas de dosis, además de las chinas.

El gobierno nacional sigue transitando todo los caminos posibles para el suministro de vacunas en una situación internacional que se complicó más, no menos. En Moscú se estaría preparando otro embarque para que un avión de Aerolíneas Argentinas vaya a buscarlo durante esta semana. El Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) se comprometió a enviar al menos un avión cada diez días. Esto se suma a los dos millones de dosis que están llegando desde China (ver aparte), con el segundo millón arribando más rápido de lo previsto. En paralelo hay dos jugadas en marcha en Estados Unidos, ambas relacionadas con vacunas de Oxford/AstraZeneca. Por un lado, las 900.000 dosis cuyo elemento activo se produjo en la Argentina. Esas vacunas estarían al final de un control de calidad. Pero de mayor envergadura es que Estados Unidos liberaría millones de dosis, previstas por AstraZeneca para el mercado norteamericano, y que el laboratorio quedaría en condiciones de distribuir en América Latina. A la Argentina le tocaría el 20 por ciento de esas dosis. Está prevista esta semana un videoconferencia entre Alberto Fernández y el CEO mundial de AstraZeneca, Pascal, en que el presidente reiterará el malestar argentino porque fabricó vacunas y el laboratorio no cumple con lo acordado. Durante el fin de semana, la ministra Carla Vizzotti anunció que hay negociaciones con otras empresas, pero sin resultados todavía.

Moscú

Durante la semana pasada estuvieron en Moscú la asesora presidencial, Cecilia Nicolini, el empresario Marcelo Figueiras, ambos reunidos con las autoridades del Instituto Gamaleya el el RDIF. De allí surgió el acuerdo para empezar a envasar la Sputnik V en el laboratorio Richmond.

En esas conversaciones, nuevamente la parte rusa se comprometió a regularizar los envíos, al menos uno cada diez días. En ese marco es que fuentes rusas le confirmaron a Página/12 que se está preparando un nuevo vuelo de Aerolíneas Argentinas.

Habrá que ver las dosis que llegan y la proporción entre dosis 1 y dosis 2. A esta altura, ambas son necesarias porque pese a que el Instituto Gamaleya insistió en que perfectamente se puede espaciar el tiempo entre ambas dosis, en la Argentina vinieron envíos más o menos compensados hasta 1 de marzo. A partir de esa fecha vinieron casi todas dosis 1, o sea que dentro de unos días se cumplirán ocho de las 12 semanas consideradas un límite.

En Rusia no hay una gran presión de la población por las vacunas. Una franja del 30 por ciento, contraria a Putin, directamente dice que no se va a vacunar. También hay un sector joven que está ajeno a la enfermedad y el número de muertos e internados se mantiene estable. Eso explica que, en proporción la vacunación en Rusia sea menosa a la Argentina.

Sin embargo, en paralelo hay una fuerte presión internacional por la Sputnik V, dado que ahora la quieren todos los países, incluso los europeos y hay reclamo de gran parte de América Latina. Eso hace que la demanda sea muy fuerte y pone límites a los envíos a la Argentina.

En estas semanas, lo que más tensiona el mercado mundial es la catástrofe en India y la decisión china de privilegiar a sus ciudadanos en la vacunación. Eso reduce muchísimo la oferta internacional de dosis.

USA I

En Estados Unidos está el embarque de 900.000 dosis de Oxford/AstraZeneca que, según el laboratorio, están en un control de calidad. Esa situación fue confirmada por Nicolini en C5N y también por la ministra Vizzotti en una entrevista en Perfil. Los controles de calidad del gigante farmacéutico británico constan de cultivos que tardan, pero el tiempo transcurrido parece demasiado.

El presidente Fernández dijo durante el fin de semana “que AstraZeneca no cumple con lo acordado. Se envió el elemento activo y no llega lo que se comprometieron”, señaló el mandatario.

Según parece, esa frase de Fernández motivó un pedido de AstraZeneca de una videoconferencia con el CEO de la empresa, con sede en Cambridge. El encuentro virtual se haría esta semana. Es posible que en ese diálogo se ponga claridad, de una vez por todas, al retraso de las vacunas.

USA II

Al mismo tiempo, la noticia que podría tener mayor impacto es que el gobierno de Joe Biden liberaría a AstraZeneca de la prohibición de exportar vacunas que originalmente estaban destinadas al mercado norteamericano. Nadie sabe exactamente la cantidad, pero se habla de decenas de millones de dosis.

En la Casa Rosada afirman que ese desbloqueo, pedido la semana pasada por Alberto Fernández al enviado de Biden, Juan González, se concretaría en los próximos días y eso abre la posibilidad de que vengan más vacunas en mayo.

Desde AstraZeneca afirman que las cantidades liberadas se destinarían a cumplir con los contratos que están pendientes. En ese caso, a la Argentina le tocaría el 20 por ciento de las vacunas de AstraZeneca que están en Estados Unidos, o sea varios millones de dosis.

Como señaló el biólogo molecular Ernesto Resnik en la edición del domingo de Página/12, en Estados Unidos puede haber a corto plazo un excedente enorme de vacunas. Prohibieron la exportación, compraron centenares de millones de vacunas y mientras tanto hay un 30 por ciento de la población que dice que no se va a vacunar, lo que incluye a una parte de los votantes republicanos, los pro-Trump, sumados a la histórica franja anti-vacunas y a una porción de los jóvenes. Eso le quita presión al mercado de vacunas norteamericano y, según Resnik, puede permitir un derrame hacia los demás países.

Por ahora ese no es el caso con las vacunas de Moderna y Johnson & Johnson, cuya exportación sigue prohibida. Vizzotti señaló que se está conversando con ambos laboratorios, pero parece difícil que tengan producción para liberar hacia afuera de Estados Unidos. Con Pfizer también se sigue negociando y hay diálogos con otros productores. 

Nada parece sencillo en el árido panorama del mercado mundial de vacunas, pero la Argentina, pese a todo, sigue consiguiendo dosis y trayendo aviones. 

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