El duque de Edimburgo, un fiel colaborador de la reina Isabel
conocido por su sentido del humor.
Pasó más de 70 años al lado de Isabel II y, según los medios reales, la buena relación con la monarca fue una de las claves para el reinado.
El príncipe Felipe, duque de Edimburgo y esposo de la reina Isabel II, falleció a los 99 años en el Castillo de Windsory será recordado como un fiel colaborador de su familia y su país y sobre todo por su sentido del humor, con chistes subidos de tono y comentarios políticamente incorrectos en los actos oficiales.
Pasó más de 70 años al lado de Isabel II y, según los medios reales, la buena relación con la monarca fue una de las claves para el reinado.
Realizó más de 22.000 compromisos oficiales y tuvo una larga lista de logros que van desde lo militar hasta lo diplomático.
Además, presidió más de 750 organizaciones benéficas así como otras que reflejaban sus amplios intereses en temas como el medio ambiente, el deporte, el Ejército y la ingeniería, pero en 2017, a los 96 años, se retiró por decisión propia de la vida pública.
Nació en la isla griega de Corfú el 10 de junio de 1921, con el título de príncipe de Grecia y Dinamarca.
El príncipe Felipe realizó más de 22.000 compromisos oficiales y tuvo una larga lista de logros que van desde lo militar hasta lo diplomático
Su padre fue el príncipe Andrés de Grecia, hijo menor del rey Jorge I, y su madre, la princesa Alicia de Battenberg, hija mayor del príncipe Luis de Battenberg y hermana del conde Mountbatten de Birmania (hoy Myanmar).
Felipe fue bautizado en la iglesia ortodoxa griega, religión que abandonó para poder casarse con la reina. Poco después de su nacimiento, el tío de Felipe, el rey Constantino I, fue obligado a abdicar debido a la guerra greco-turca.
Felipe conoció a la monarca en 1939 cuando ella tenía 13 años y él, 19: era cadete de la Real Academia Naval de Darmouth y vivía con su tío, el lord Louis Mountbatten, en el Palacio de Kensington en Londres.
Se comprometieron en secreto en 1946 y el padre de Isabel, el rey Jorge VI, ordenó que cualquier compromiso formal se pospusiera hasta después de que ella cumpliera 21 años en abril de 1947.
La pareja se casó en ese año en la Abadía de Westminster en un servicio que se transmitió a 200 millones de personas en todo el mundo.
Felipe conoció a la monarca en 1939 cuando ella tenía 13 años y él 19: era cadete de la Real Academia Naval de Darmouth y vivía con su tío, el lord Louis Mountbatten
Cuando el príncipe Felipe contrajo matrimonio con la entonces princesa Isabel se vio obligado a renunciar a sus títulos reales griegos y daneses para convertirse en duque de Edimburgo, pero nunca fue nombrado rey.
En 1957, la reina nombró oficialmente a su esposo príncipe del Reino Unido e Irlanda del Norte.
Según la tradición monárquica en la isla, las esposas de los monarcas británicos tienden a recibir el título de reina consorte, no es así en el caso de los hombres casados con una monarca que se conocen como príncipes consortes, no reyes consortes.
Felipe era también famoso por decir lo que pensaba y sus anécdotas y chistes en público fueron incontables.
Felipe era también famoso por decir lo que pensaba y sus anécdotas
Entre las más destacadas fue la frase «las mujeres británicas no pueden cocinar», mientras que en 1969 al cantante Tom Jones, al destacar el torrente de su voz, le preguntó: «¿Con qué haces gárgaras? ¿Con piedras?».
También son recordadas las frases políticamente incorrectas, como esta que quedó plasmada en los titulares de la época en 1981, en plena recesión que afectaba al país: «Todo el mundo decía que debíamos tener más tiempo libre. Ahora se quejan de que están desempleados».
En Alemania, en 1997, en una feria comercial, lo llamó al canciller alemán Helmut Kohl «reichskanzler», la denominación utilizada para los cancilleres durante el imperio alemán, mientras que al visitar Hungría dijo que pudo certificó que allí todos tenían barriga cervecera.