En mayo: Preparan un viaje de Guzmán a Washington
para alcanzar un acuerdo con el FMI. Tanto desde el gobierno argentino como desde el Fondo se comprometieron públicamente en hacer todo lo posible para cerrar el nuevo Acuerdo de Facilidades Extendidas antes de fines de mayo, lo que permitiría a la Argentina postergar vencimientos por hasta 10 años.
El Gobierno trabaja con miras a un viaje a fin de mes del ministro de Economía, Martín Guzmán, a Washington DC, para avanzar en las negociaciones por un nuevo acuerdo hacia fines de mayo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El presidente Alberto Fernández confirmó días atrás que «el ministro Guzmán estaría viajando a fin de mes a Washington», en el marco de las negociaciones entre la Argentina y el FMI para poder reprogramar la deuda de cerca de 45.000 millones de dólares que el país mantiene con el organismo.
«Es una negociación larga», aseguró el Presidente, durante un entrevista concedida a Página 12, aunque tanto del gobierno argentino como del Fondo se comprometieron públicamente en hacer todo lo posible para cerrarlo antes de fines de mayo, justo antes del vencimiento por 2.400 millones de dólares que la Argentina mantiene con el Club de París.
Guzmán prepara un viaje a través del cual buscará entrevistarse con la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, y el resto del staff que la acompaña para el caso argentino, en los cuarteles generales del Fondo en la calle 19 y Pennsylvania, para afinar el lápiz en las negociaciones de un Acuerdo de Facilidades Extendidas.
Si se logra consenso, el nuevo programa permitiría a la Argentina postergar vencimientos por hasta 10 años, con una período de gracia de cuatro años para comenzar a pagar los vencimientos, lo cual en el contexto de una pandemia y para alcanzar las metas fiscales, será muy valorado por el gobierno argentino.
El contexto del viaje se da con el comienzo de la presidencia de Joe Biden en los Estados Unidos, que por un lado sembró expectativas en el gobierno argentino que trabajará por un mayor multilateralismo pero, por otro, se trata de un Gobierno que tomó posesión en el mando hace menos de un mes.
Esta situación podría modificar ligeramente los planes oficiales, ya que es intención de Guzmán caminar unas par de calles más por la avenida Pennsylvania y bordear la Casa Clanca, para dar con el Tesoro de los Estados Unidos y entrevistarse allí con Janet Yellen.
«Todavía el nuevo Gobierno de EE.UU. se está instalando, y quizá sea un poco prematuro precisar acerca de los viajes» de funcionarios argentinos hacia ese país, dijo una fuente diplomática a Télam.
Tanto desde la Cancillería como desde la Embajada Argentina en Washington trabajan intensamente para lograr una comunicación entre Fernández y Biden, que permita abrir las puertas para los temas de las negociaciones bilaterales, y donde la Argentina se planta desde la óptica de lograr «un multilateralismo solidario y pragmático».
En este sentido, la silla de los Estados Unidos en el FMI, que cuenta con la mayor participación de poder de voto, de 16,5%, será clave para la aprobación del nuevo acuerdo que busca la Argentina.
Guzmán intentará en paralelo explorar otro camino para llegar a Yellen, a través de su amigo y mentor, Joseph Stiglitz, a quien saludó el pasado 9 de febrero por su cumpleaños número 78.
Stiglitz es un viejo amigo de Yellen; comparte además el galardón de Nobel de Economía obtenido el 2001 con su marido, George Akerlof, con quien se casó en 1978.
En tanto, el director del departamento Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alejandro Werner, el pasado lunes consideró posible que la Argentina y el organismo logren alcanzar un acuerdo en los tiempos planteados por el gobierno argentino.
«No lo veo inviable; es ambiciosa y se tiene que trabajar de manera muy intensa para lograr los apoyos necesarios» para alcanzar un acuerdo, dijo Werner acerca de la fecha límite de mayo que puso sobre la mesa Guzmán.
Al respecto, Werner indicó que los equipos técnicos del FMI «trabajan intensamente y de manera importante para atender la necesidad de poder llegar a la fecha de mayo».
En tanto, Fernández continúa avanzando en aceitar contactos con el resto de los actores clave en el FMI. El presidente argentino se refirió a ciertos aspectos de la conversación que mantuvo con su par de Francia. «Con Macrón hablamos largamente sobre la posibilidad de que el FMI flexibilice los plazos de un posible acuerdo de facilidades extendidas, de forma tal de postergar el pago de vencimientos. De esa forma podríamos disponer de más de 3.000 millones de dólares. Consideró atendible el planteo», destacó.
Fernández se entrevistó además durante las últimas semanas con Angela Merkel (Alemania), Vladimir Putin (Rusia) y António Costa (Portugal), con quienes habló sobre las gestiones de apoyo al país en las negociaciones con el FMI, además de las vacunas y otros temas que impuso la pandemia de coronavirus.
Ley de Sostenibilidad de la deuda pública
Por último, el Congreso argentino avanzó con otra parte del eslabón de la deuda, al haberse convertido en ley el proyecto de Sostenibilidad de la deuda pública, uno de los proyectos que envió el Ejecutivo.
La nueva ley, aprobada por Diputados el jueves en sesiones extraordinarias, puso un límite al endeudamiento del Estado argentino en deuda externa, y su artículo segundo dispone que «todo programa de financiamiento u operación de crédito público realizados con el Fondo Monetario Internacional (FMI), así como también cualquier ampliación de los montos de esos programas u operaciones, requerirá de una ley» del Congreso «que lo apruebe expresamente».
También estableció que la emisión de deuda en moneda extranjera, así como programas con el FMI y eventuales ampliaciones, no podrán ser utilizados para el pago de gastos corrientes.