Cerraron la exportación de maíz
La medida regirá hasta el 1 de marzo del año próximo.
El gobierno busca asegurar el abastecimiento del grano para los sectores que lo utilizan como materia prima en el mercado interno.
El gobierno suspendió temporariamente la exportación de maíz hasta el 1 de marzo de 2021, cuando arranca formalmente la nueva campaña 2020/21 del cereal. “Esta decisión se basa en la necesidad de asegurar el abastecimiento del grano para los sectores que lo utilizan como materia prima en sus procesos de transformación, básicamente la producción de proteína animal como carne de cerdo, pollo, huevos, leche y feedlot, donde el cereal representa un componente significativo de sus costos de producción”, justificó el Ministerio de Agricultura. El maíz pisingallo queda exceptuado de la medida.
Los números oficiales marcan que a la fecha se lleva autorizada la exportación de 34,23 millones de toneladas de maíz de la presente campaña 2019/20 sobre un total teórico exportable de 38,50 millones de toneladas. Es decir que ya se vendió al exterior casi el 90 por ciento de lo que se preveía. En Casa Rosada explican que en función de la dinámica alcista de los precios internacionales, el mercado de exportación se movió más rápido de lo esperado y que hace unas semanas se venía prendiendo la luz amarilla.
En cambio, desde al agro advierten que la previsión de las 38 millones de toneladas de exportación ya contemplaba las necesidades del mercado interno (que asciende a unas 20 millones de toneladas) y recuerdan que la presente campaña del maíz fue récord, superando incluso a la soja. Aseguran que el abastecimiento no estaba en juego.
Por su parte, la industria que utiliza el maíz como insumo viene planteando que más allá de que en los números globales no haya un faltante, en lo concreto se viene dificultando la compra porque acopios y productores especulan para venderlo más caro.
La medida no afecta al maíz que ya fue declarado para la exportación pero que todavía no fue embarcado. En cambio, sí frena las operaciones de autorización de exportación que se tramitan mediante las Declaraciones Juradas de Venta al Exterior (DJVE) para los meses de enero y febrero. También se puede declarar exportaciones a partir de marzo.
Más allá de la polémica sobre en qué medida el mercado interno va a estar bien abastecido o puede llegar a quedar corto, hay un efecto precio en cuyo análisis todos los actores (gobierno, agro e industria) coinciden, aunque tengan posturas opuestas. La medida de restringir exportaciones durante el verano hace de contención de los precios en el mercado interno, porque amplía la oferta, en un contexto internacional de suba de todos los commodities del agro. El maíz forma parte de la ecuación de costos de buena parte de los alimentos que se consumen en el país, porque se usa para la alimentación del ganado y para la molienda. Así, la medida en principio favorece a los consumidores y a la industria pero perjudica a los productores y cerealeras.
Las reacciones
«El objetivo de la medida es que las 4,27 millones de toneladas restantes queden disponibles para el consumo interno, con el objeto de asegurar el abastecimiento durante los meses del verano cuando la oferta de cereal tiende a escasear. Eventualmente, esta cartera evaluará la reapertura del registro”, informó la cartera de Agricultura.
Desde la entidad del agro Maizar indicaron que «este tipo de medidas erosionan fuertemente la confianza y conducen a que inmediatamente se retraiga la producción y las inversiones, situación que llevará indefectiblemente a mayores precios para los consumidores y menos trabajo. El cierre de los mercados logra un efecto contrario al deseado, medidas similares en el pasado dieron como resultado una brutal caída del área sembrada con el cultivo, perjudicando no solo a la producción sino a toda la cadena de valor».
En tanto, Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), indicó que «esperemos que la medida dé resultado. Hace 90 días que está siendo difícil poder conseguir maíz. El grano está, pero el productor no quiere vender quedarse con los pesos. La cantidad de 4 millones para lo que queda de la campaña parece normal, pero no hay flujo de ventas. Al cerrar la exportación hasta marzo, se debería descomprimir un poco el mercado interno».