El Reino Unido aprobó la vacuna de Oxford
y AstraZeneca contra el coronavirus. Empezará a aplicarse el próximo lunes.
Desde Londres
El fin de este año aciago llega con una buena noticia. El ente regulador del Reino Unido aprobó la vacuna de la Universidad de Oxford y AstraZeneca. En medio de la crisis por la llamada cepa británica, el proceso de vacunación comenzará el próximo lunes y se sumará a la inoculación en curso de la otra vacuna, la Pfizer.
La de AstraZeneca tiene una ventaja sobre la de Pfizer, la primera vacuna que fue aprobada el 2 de diciembre: se almacena a solo dos grados de temperatura. En comparación con los 70 grados bajo cero de la Pfizer requiere una logística mucho más sencilla que permitirá este rápido comienzo del proceso de vacunación en medio de la crisis por la llamada cepa británica.
El Reino Unido cuenta ya con 4 millones de dosis: en enero y febrero sumará otras 100 millones. Entre ambas vacunas, tendrá suficientes dosis para inocular a su población para la Pascua.
El primer ministro Boris Johnson saludó el anuncio como un “triunfo de la ciencia británica que permitirá vacunar a mucha más gente a la brevedad”. El ministro de Salud, Matt Hancock señaló que con la nueva vacuna se podrá completar la inoculación de los sectores más vulnerables, pero alertó que todavía se vienen semanas muy difíciles. “Estamos viendo la presión que está padeciendo el Servicio Nacional de Salud en estos momentos. Es vital que la gente siga respetando las reglas para contener la diseminación del virus, en particular de la nueva variante que se transmite con mucha más rapidez”, dijo Hancock.
El martes se registraron más de 53 mil nuevos casos de covid-19, número record desde que se comenzó con el proceso masivo de testeo: el número de pacientes internados en hospitales superó los 20 mil, otro record desde que se decretó en marzo el primer confinamiento.
Más de 600 mil personas fueron vacunadas con la Pfizer hasta el momento, pero con la nueva cepa el proceso de inoculación se ha vuelto una carrera contra reloj. Ayer el municipio de Essex en el sudeste de Inglaterra declaró un estado de fuerza mayor (“major incident”) para la zona ante el aumento de casos y la posibilidad de un inminente desborde de la capacidad hospitalaria.
En este marco el ministro de Salud en la sombra, el laborista Jonathan Ashworth, mostró su beneplácito ante el anuncio, pero exhortó a apurar el proceso de inoculación. “Es el momento para salir con todo a vacunar. Hemos visto un salto en la circulación del virus, lo que significa que aumenta el peligro de nuevas cepas. Es una carrera contra el tiempo. Necesitamos que se potencie el proceso de vacunación, en especial del personal del Servicio Nacional de Salud”, twiteó el laborista.