Fueron castigados con penas de entre 14 y 28 días de prisión.

Al menos 13 integrantes de la Guardia Galesa, una de las fuerzas encargadas de custodiar a la reina Isabel, fueron castigados con penas de entre 14 y 28 días de prisión por participar de una fiesta en los alrededores del Castillo de Windsor e incumplir, así, el aislamiento obligatorio impuesto como medida de precaución ante el avance del coronavirus.  

La Reina Isabel y el Príncipe Felipe se encuentran en una burbuja sanitaria desde el comienzo de la pandemia en el castillo, acompañados por algunos soldados y miembros de su personal, quienes al igual que los monarcas deben cumplir un estricto aislamiento.

Sin embargo, según trascendió esta semana, 16 miembros de la Fuerza Galesa rompieron el protocolo y organizaron una fiesta en un parque cerca del río, después de un partido de fútbol en el que se habrían mezclado con otros civiles. Todos pertenecen al 1er Batallón, The Welsh Guards, que custodia a la reina, realiza deberes ceremoniales y tiene su base cerca de la residencia de Windsor.

Por el hecho, ocurrido en junio, 13 de los acusados fueron sancionados con penas de entre 14 y 28 días de prisión, que deberán cumplir en el Centro de Entrenamiento Correctivo Militar, mientras que los otros 3 están a la espera del veredicto. 

Los rangos inferiores de la fuerza manifestaron su enojo por la dureza de la pena, pero miembros del Ministerio de Defensa explicaron que la sanción es acorde al incumplimiento en el que incurrieron los guardias, ya que si bien algunas fuentes sostienen que no pusieron en riesgo a la Reina porque no tenían contacto directo, sí pusieron en riesgo a sus compañeros de la fuerza. 

“Estamos orgullosos de nuestras Fuerzas Armadas por el apoyo que le han brindado al NHS en respuesta al covid-19, pero exigimos los más altos estándares de comportamiento de todo nuestro personal», dijo un portavoz del ejército.

«Tras una violación del distanciamiento social por parte de varios guardias galeses, se llevó a cabo una investigación y el incidente se tramitó internamente», aseguró.

Según publicó The Sun, el teniente coronel Henry Llewelyn-Usher, oficial al mando de la Guardia Galesa, estaba muy decepcionado con sus soldados porque «desobedecieron una orden legal». 

«El Ejército tiene estándares muy altos y estos soldados fueron encontrados deficientes. Habían ido a un parque cerca del río para tomar unas cervezas y jugar al fútbol, ​​pero las cosas se salieron de control”, aseguró una fuente del Ministerio. “Es un delito grave. Su orden era que debías cumplir con las instrucciones de covid y lo desobedecieron», lamentó.

Además, informaron fuentes de Defensa, cuatro de los guardias dieron positivo de cocaína, por lo que serán expulsados de la fuerza cuando termine la condena.