NACIÓN Y PROVINCIA TRABAJAN UN PROYECTO PRODUCTIVO
CON LAS COMUNIDADES WICHÍ DE EL IMPENETRABLE.
«El objetivo del proyecto es poner en valor el patrimonio inmaterial de la comunidad wichí de la zona, asociado a los bienes naturales que ofrece el monte, lo que ayudará también en mediano y largo plazo a mejorar las condiciones nutricionales de sus integrantes», indicó la secretaria de Desarrollo Territorial y Ambiente, Marta Soneira.
La secretaria de Desarrollo Territorial y Ambiente, Marta Soneira llevó adelante una reunión virtual con la presidenta del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), Magdalena Odarda, con el fin de ajustar detalles sobre el proyecto denominado “Cocina Ancestral y Contemporánea en las comunidades Wichí de El Impenetrable”.
“El objetivo principal del proyecto, que trabajamos de manera articulada con la cartera nacional, es poner en valor el patrimonio inmaterial de la comunidad wichí de la zona, asociado a los bienes naturales que ofrece el monte, lo que ayudará también en mediano y largo plazo a mejorar las condiciones nutricionales de sus integrantes», indicó Soneira.
Dentro de las acciones que se llevan adelante en este marco, se encuentran: la investigación y análisis de las plantas que se usaban ancestralmente como alimentos y medicina, con el fin de elaborar nuevas recetas en idioma wichí; la detección de alimentos que continúan disponibles; la realización de talleres teórico-prácticos de preparación de recetas culinarias; y la transmisión de conocimientos sobre la base de la nutrición equilibrada.
En este sentido, Soneira reconoció la importancia de la iniciativa, ya que está planteada desde varias aristas, con una visión social y ambiental, valorando el monte como espacio productor, real y actual de alimentos, que los ofrece de manera gratuita. Por esta razón, y en el marco del trabajo con Nación, se brindaron materiales, herramientas, equipamientos de riego, y asistencia técnica para asesorar y acompañar a 50 familias agricultoras de las localidades de El Sauzalito y El Vizcacheral, para la siembra y la venta de los productos de la huerta.
Entre los resultados y beneficios esperados de la experiencia se encuentran: la valoración del conocimiento ancestral; el ensamblado de lo ancestral con lo científico, en el aspecto alimenticio y relacionado a la salud; el trabajo con los jóvenes de la comunidad, ayudando a la toma de conciencia de que son protagonistas de su propio proceso y la dignificación de las familias participantes por medio del trabajo para procurarse su propio alimento saludable.
Desde Desarrollo Territorial y Ambiente destacaron la posibilidad de contar con el apoyo nacional para llevar a cabo este tipo de proyectos, que resaltan la importancia de trabajar con cada comunidad en territorio, respetando su cultura y costumbres, y poniendo en valor los saberes ancestrales que fueron compartiendo de generación en generación.