Argentina podría dejar de ser «un país libre de sarampión»
El Ministerio de Salud subraya la importancia de la vacunación.
El problema sanitario que dejó el gobierno de Mauricio Macri puede tener consecuencias dramáticas para el país. Argentina puede perder su status de “país libre de sarampión” si continúa el brote, según alertaron en las últimas horas miembros de sociedades científicas, decanos de diferentes universidades nacionales y funcionarios del ámbito de la salud.
El de estos días es el mayor brote de sarampión en la Argentina desde que la circulación endémica del virus fuera eliminada hace veinte años. En 2016, la Organización Panamericana de la Salud había certificado ese estatus, que ahora puede cambiar. A poco de asumir, el presidente Alberto Fernández adelantó que una de sus prioridades de la gestión iba a ser corregir «con urgencia» la política sanitaria de vacunación que había heredado del macrismo por el ajuste en el Ministerio, devaluado por entonces a Secretaría.
Ayer, los profesionales se reunieron con funcionarios del ministerio de Salud, en un encuentro en el que estuvo el ministro Ginés González García, y se firmó un documento de consenso en el que comparten la preocupación por la actual situación epidemiológica y avalan las acciones que se están llevando a cabo para la contención del brote.
En el encuentro se firmó también una declaración de adhesión y consenso a las recomendaciones emitidas por la cartera de Salud ante el brote de sarampión que se encuentra en curso en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y las Regiones Sanitarias V, VI, VII y XII de la provincia de Buenos Aires. Hubo, además, un compromiso para controlar el brote y compartir la información en forma responsable para que los medios de comunicación colaboren con su difusión.
«Hoy tenemos las vacunas y necesitamos arrancar desde la conciencia colectiva de la importancia de la vacunación, hasta el funcionamiento del sistema, para lograr el ritmo de vacunación necesario para detener este brote», explicó el ministro González García, quien consideró además que “si bien la comunicación estuvo monopolizada por el tema coronavirus, hemos tratado de visibilizar que tenemos otro riesgo más inmediato y más propio como el sarampión».
Por su parte, la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, expresó que la reunión le permitió al equipo «consensuar un mensaje sólido para escalar la aplicación de dosis de vacunas aplicadas de manera rápida» y así controlar el nuevo brote.
En la reunión estuvieron, entre otros, Omar Sued y Ricardo Ruttiman de la Sociedad Argentina de Infectología; Florencia Cahn de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología; Pedro Cahn de la Fundación Huésped; Carlota Russ de la Sociedad Argentina de Pediatría; Raquel Piazza de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero; Silvia Monet de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de la República Argentina; y Analía Aquino de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Daniel Gollan, ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, apuntó a la gestión de Mauricio Macri. «Hay mucha circulación también en el continente. Se tenían que tomar recaudos que no se tomaron. Se descuidaron las coberturas de vacunas triple viral y se lanzaron campañas pero las coberturas fueron bajísimas», afirmó. Criticó al anterior gobierno «por haber generado las condiciones para la circulación del virus del sarampión», y recordó que sus políticas de vacunación tuvieron una cobertura «bajísima». Con Macri, Salud dejó de ser ministerio para ser una secretaría, y recuperó su rango el 10 de diciembre con el cambio de gobierno.