Las medidas del Gobierno frente al coronavirus
Con el coronavirus con epicentro en China, pero desarrollándose y extendiéndose por algunos otros países, el presidente Alberto Fernández se reunió con el ministro de Salud, Ginés González García, para interiorizarse sobre la preparación nacional para enfrentar esa enfermedad. “Estamos tranquilos pero atentos. Sabemos que, aun cuando este es un evento internacional relevante, nuestros especialistas nos señalan que el riesgo inmediato para la población argentina es bajo”, anunció el titular de la cartera de Salud al retirarse de la Casa Rosada.
“Es vital que estemos preparados con tiempo frente a este tipo de riesgos. A través del Estado debemos proporcionar y poner al servicio de la gente, todas las medidas y acciones que sean necesarias para reducir al máximo posible los efectos de estas enfermedades”, aseguró González García, anticipando el trabajo de la cartera que conduce para monitorear las novedades del virus y la forma en la que se deberá abordar en caso de que aparezca alguien enfermo.
En la reunión en la Casa Rosada González García le expuso a Fernández «un informe de situación acerca de la información epidemiológica existente a nivel mundial sobre el coronavirus, que ya afecta a once países en el mundo. Del encuentro también participaron el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti», informaron en un comunicado de Balcarce 50.
Según la comunicación oficial, el presidente «se puso al tanto de las medidas de implementación que permitan dar respuestas rápidas en caso de que el virus ingrese a la Argentina, reforzando la vigilancia sanitaria y fortaleciendo a los equipos de salud de todo el país». A su vez, señalaron que González García le informó que «se está realizando un exhaustivo seguimiento de la situación brindada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), así también como la de los países afectados».
Los informes preliminares de la OMS indican que aún no hay vacuna para el coronavirus, destacaron que tiene una peligrosidad menor a epidemias anteriores de virus respiratorios de los últimos años, como el SARS en 2003 o la pandemia de Gripe H1N1 en 2009.