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Duhalde: «El gobierno de Alberto y Cristina resolverá la crisis generando trabajo».

El ex presidente dijo que será asesor ad hoc de Fernández y Kicillof
Destaca que comparte con el presidente y con Kicillof el perfil productivista. Con respecto a CFK dice que fue el responsable del alejamiento y que ahora trabajan juntos en proyectos que se darán a conocer en poco tiempo.

El ex presidente Eduardo Duhalde no oculta su entusiasmo con el gobierno del Frente de Todos. Aseguró que será asesor ad hoc de Alberto Fernández y también de Axel Kicillof. Resalta que comparte con ambos el perfil productivista que tienen y que considera escencial para generar fuentes de trabajo para salir de la crisis que dejó el macrismo. Sobre el presidente dijo que le pareció un acierto el viaje a Israel. Afirma que fue el responsable del alejamiento con Cristina Fernández de Kirchner y que ahora trabaja junto a ella en la elaboración de proyectos para el gobierno.

–¿La crisis que se vivía en el país durante su gobierno es similar a la actual?

–No hay períodos iguales. En ese momento la gente estaba más enojada.  Hay que recordar que en aquel tiempo ya estábamos en default. Ahora veo que la gente tiene más esperanza. Lo que si es preciso destacar que se consume mucho tiempo discutiendo si estamos o no en default y como tal, según mi opinión, se le da más importancia al tema de lo que tiene. Y lo digo porque los usureros o acreedores saben que no podemos pagar y también saben que la Argentina tiene potencialidad para pagar en el futuro. Yo creo que en un futuro absolutamente incierto en esto hay certezas. Ya va a ver cómo se va a arreglar. Eso sí, esperemos que sea a tiempo largo y con quita porque es lo que corresponde.

–Durante el gobierno de Macri casi que fue mala palabra ser productor…

–Así es y por eso tenemos que trabajar en este tema. No vale la pena hablar de lo otro porque el mundo avanza a una velocidad inaudita. Por eso tenemos que dejar de discutir el pasado. Mire, los jóvenes del mundo están enojados, muy enojados con los políticos. Eso se nota en las redes sociales que son los nuevos movimientos sociales y no lo que nosotros todavía llamamos así pero que en realidad son organizaciones estructuradas. Esos nuevos movimientos, la gente que los integra, están muy enojados por un capitalismo que no sólo es deshumanizado sino también usurero.

–Usted dijo recién que ve que hay esperanza en la sociedad: ¿Fueron los cuatro años de Macri o es lo que despierta el peronismo? 

–Creo que es el peronismo que despierta esperanza en los sectores más humildes. Hay otros sectores que no piensan así e incluso buscan irse del país pero en la mayoría de la sociedad hay un clima de expectación. Están expectantes pero ojo, es un arma de doble fila porque si se defrauda puede generar problemas serios. Es por eso que es preciso apurarse y tomar decisiones porque hay poco margen para equivocarse.

–¿Qué lo entusiasma a usted?

–Alberto me entusiasma al igual que Axel porque en público y en privado hablan de industrializar. Le recuerdo que el único presidente que tenía ese ADN productivista fue Perón que en un país con 18 millones de habitantes desarrolló la energía atómica, la industria aeronáutica, industria pesada y liviana. Esos años fueron un canto a la productividad. Como decía Perón, existe una sola clase de hombre y es el que produce.

–Al principio no estuvo muy contento con la candidatura de Alberto Fernández.

–¡Nooo! En realidad estuve molesto con Cristina porque pensaba que Alberto no era muy conocido pero él, en dos meses, me tapó la boca. Alberto después demostró esa enorme capacidad de consenso que tiene y me di cuenta que yo estaba equivocado.

La situación de la provincia de Buenos Aires parece ser más complicada. Se está prácticamente en cesación de pagos.

–Yo estuve con Axel y sabe que estoy para lo que necesite. Me encanta Axel porque es un gobernador productivista. Yo me reuní con él, le pedí que recibiera al que fue el primer ministro de la Producción de la provincia, Carlos Brown. Tenemos que ayudar. Se lo dije también a Cristina porque la provincia está muy mal. Ella coincidió conmigo. Pero le advierto que Axel es un especialista en el tema económico y está convencido de apostar a la producción. Eso a mi me basta para ponerme a su lado y ayudarlo en todo.

–¿Se puede hablar de reconciliación con CFK?

–(Ríe) No, no es así. Yo nunca hablé mal de un presidente y con ella tuve un problema, que no voy a decir por qué, pero la culpa la tengo yo originariamente. Le estoy hablando de cuando Néstor era todavía gobernador. Ella tiene un carácter muy fuerte, se enojó tanto que ni siquiera quería que yo lo apoyara en la candidatura presidencial de Néstor. Ella también se opuso enérgicamente a que Néstor sea mi jefe de Gabinete. Lo cuenta en su libro. Ya pasó todo, yo no me enojo con nadie. Creo que es una estupidez pelearnos por el pasado cuando está en riesgo el futuro.

–Usted habla de ayudar al presidente. ¿Cómo lo puede ayudar? ¿Puede ser un asesor?

–Ya me lo ofreció. Me dijo que elija lo que yo quiero hacer. Yo no quiero cargos. Puedo ser su asesor pero ad hoc porque yo trabajo más que ellos. Mire, como decía Herminio Iglesias, trabajo las 24 horas y la noche también. Estoy todo el tiempo escribiendo y ayudando en todos los aspectos. Tengo 78 años y estoy jugando tiempo de descuento. No me diga que estoy bien porque yo le decía eso a don Raúl (Alfonsín) y el me decía, mientras no levante el capot. Yo tengo pasión por trabajar por el país.

–Usted como presidente aplicó retenciones al campo. Ahora, esas organizaciones presionan al gobierno de Fernández para no se las cobren. ¿Cómo analiza esa situación?

–En ese tiempo era distinto. Al mes de asumir armamos Diálogo Argentino. Yo le pedí a Eduardo Amadeo, que en ese momento era un tipo muy útil, que fuera a la mesa a decir que se aplicarán retenciones. Un jefe del campo se levantó y le dijo «no te cago a trompadas porque están los curas». Yo les pedía sólo el 10 por ciento. Quince días después las cuatro entidades vinieron a ofrecerme ese porcentaje y todo gracias a que se sentaron en una mesa junto a los jubilados, sindicalistas, piquteros y se dieron cuenta de la crisis que se vivía.

–Entonces Fernández debe armar el Consejo Económico y Social.

–Urge armarlo porque es importante hacerlo rápidamente.

–¿Qué otro peligro visualiza?

–Hay que poner en marcha la generación de puestos de trabajo. Eso se logra si el gobierno les da a los empresarios seguridad como para que inviertan y vuelvan a tomar trabajadores. El gobierno de Alberto y Cristina sacará al país de la crisis al generar trabajo. No hay que equivocarse. Yo voy a ayudar en eso.

–¿Qué opina del rol que está jugando la oposición?

–Primero: no son todos iguales. Segundo: están divididos.

–¿Cómo califica la gobernación de Vidal?

–Mala. Después de 1806 con las invasiones inglesas, la provincia tuvo la invasión más importante: fueron todos porteños que no conocen la provincia ni sus prioridades. No se puede gobernar lo que no se conoce. Hubo mucha publicidad pero nada de efectividad.

–¿Allí está el origen de la gran deuda que tiene la provincia?

–Sí, la deuda es enorme y eso complica a Kicillof pero él va a salir. La va a resolver.

–¿Le dio algún consejo a Kicillof?

–Hay que aprender a no pelearse. Me gustó un gesto de él. Los otros días, cuando se reunió con los intendentes de la oposición hizo algo maravilloso. Los saludó a cada uno con un beso. Ese detalle me encantó y es muy importante acercarse y no rechazar. En política es importante el afecto.

–Usted dijo que volverá a reunirse con Cristina. ¿Para hacer qué?

–Me seguiré reuniendo con Cristina y también lo haré con Alberto porque hay que resolver una serie de problemas urgentes. Lo que hay que implementar son medidas en las que estoy trabajando.

–¿Cuáles serían esas medidas?

–(Levanta los brazos) ¡No! no lo puedo decir porque lo tengo que resolver con Alberto y Cristina. Pero le aseguro que está la solución. No se preocupe.

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