Qué dice el Compromiso Argentino de Solidaridad que Alberto Fernández firmará con empresarios y sindicalistas
El texto del documento lleva como título: “Compromiso Argentino de Solidaridad”. Se trata de tres carillas donde los representantes de las centrales sindicales, como la CGT y las CTA, más diversas organizaciones empresarias, grandes y Pymes estamparán sus firmas. Al refrendarlo se comprometerán a “trabajar juntos para abordar esta emergencia. Sobre esa base, vamos a construir un conjunto de consensos para lograr un desarrollo inclusivo y sostenible”, según reza el borrador al que tuvo acceso Página/12. Tal como anticipó este diario, el compromiso servirá como prólogo del Consejo Económico y Social que el presidente Alberto Fernández instrumentará a través de un proyecto de ley que remitirá al Congreso de la Nación. El documento ratifica la necesidad de ampliar la unidad de los diferentes sectores de la sociedad para construir el futuro y asegura que juntos podrán “atender mejor los desafíos más urgentes de la deuda social y la deuda pública”.
Las modificaciones que puedan incorporarse serán relativamente menores. Algunos de los dirigentes que ya leyeron el texto coincidieron en señalar que la convocatoria que contiene es amplia y que los compromisos que invita a asumir son imprescindibles en este contexto de crisis. Por lo tanto éstos aseguran que ninguno de los participantes podría negarse a respaldar.
El texto sostiene que todos los participantes están comprometidos a trabajar en unidad para “abordar la emergencia” y como tal construir “un conjunto de consensos para lograr un desarrollo inclusivo y sostenible”. El documento habla de la necesidad de promover el trabajo, el desarrollo industrial pero sobre todo construir “una justa distribución de la riqueza”.
El compromiso afirma que es necesario “construir una nación solidaria, desarrollada y justa” y si bien algunos de los protagonistas de la reunión que se realizará a partir de las 16 puede no ser peronista, porque esta sentencia recuerda mucho a unas de las máximas de Juan Domingo Perón, lo cierto es que ninguno podría siquiera pensar en que es un propósito inconveniente para el país.
El texto busca refrendar pero también sumar más sectores a lo que el gobierno de Fernández definió como una de sus prioridades y que no es otro que el combate al hambre que provocó el modelo del gobierno de Mauricio Macri. En ese sentido, el documento expresa que los firmantes “nos comprometemos solidariamente, ante el aumento abrupto de la pobreza, a contribuir con un esfuerzo extraordinario a la obligación moral de poner en la mesa de todas nuestras familias el pan que a ninguna le debería faltar”.
La participación de todos los sectores convidados a asumir como propio este “Compromiso Argentino de Solidaridad” no descuida la impacto negativo que representa el nivel de endeudamiento externo que dejó el macrismo y que se traduce en una abultada serie de pagos para este año que conspiran con la atención de la deuda social y el crecimiento de la economía. En ese sentido, el texto señala el respaldo a las negociaciones que se están llevando a cabo con los acreedores externos, tanto privados como organismos multilaterales de crédito, que le permitan al Estado argentino pagar sus obligaciones sin que ello implique descuidar la reconstrucción del tejido social que desmanteló la política neoliberal del gobierno anterior.
Para esto el Gobierno ofrece el acompañamiento y construcción del “Acuerdo Estratégico de Desarrollo” que deberá ser el resultado de la construcción de “consensos a largo plazo” que se traduzcan en la elaboración de “instrumentos precisos, factibles y coordinados para el logro de metas definidas”.
En ese contexto señala la necesidad de avanzar en la instrumentación de un Consejo Económico y Social que deberá salir por ley. Se sobrentiende que los que firman este compromiso serán parte de ese consejo donde el nombre de Roberto Lavagna como titular de ese consejo no se descarta en los despacho de los funcionarios de la Casa Rosada.
El documento que Fernández puso en consideración habla de la existencia de una agenda de proyectos y estudios para avanzar en la solución de las necesidades que reclama la sociedad y, sin nombrarlo, hace referencias al acuerdo de productividad que impulso el Smata, el gremio de los mecánicos, al sostener que ya “hay casos en donde ya empresarios, sindicatos, movimientos sociales y otros actores han arribado a entendimientos sectoriales, que sólo exigen precisiones técnicas, así como un adecuado nivel de viabilidad jurídica y presupuestaria para su implementación”.
El “Compromiso Argentino de Solidaridad sostiene la urgencia y la necesidad de contar con un nuevo esquema de actualización de las jubilaciones pero también de las tarifas de los servicios públicos. Es en ese contexto donde justifica “las facultades extraordinarias” que le concedió el Congreso a través de la ley de Solidaridad Social y que tiene un plazo de seis meses para “elaborar propuestas socialmente equitativas, fiscalmente sostenibles y, en general, acordes a un país que quiere crecer y distribuir la riqueza de un modo genuino”.