Los movimientos sociales levantaron el acampe, pero volverán si no tienen respuesta
Tras de 24 horas de acampe, los movimientos sociales levantaron la protesta frente al Ministerio de Desarrollo Social. En la semana continuarán las negociaciones por el envío de alimentos a los comedores, aunque con la decisión de volver a hacer un nuevo acampe la semana próxima en el caso de no haber tenido respuestas. Los referentes de las organizaciones mostraron en la desconcentración expectativas disímiles. Algunos pocos evaluaron como posible que el Gobierno, bajo la presión de las movilizaciones, los reclamos de diputados y de la iglesia, finalmente decida medidas para asegurar la llegada de provisiones a los barrios. Pero la mayoría habla una situación trabada. Dicen que la actitud de los funcionarios es dilatar la toma de decisiones. “Nos dicen que están evaluando, que tienen problemas porque los proveedores no les fijan un precio, o que ya estarían por concretar una compra, pero son todas cosas a confirmar”.
El Frente de Organizaciones en Lucha, Barrios de Pie-Libres del Sur, el Polo Obrero, un sector del Darío Santillán, el Movimiento Teresa Rodríguez son las principales organizaciones que hicieron el acampe. La medida que evalúan para la próxima semana es una protesta más extensa, de 48 horas, aunque en algunas agrupaciones hablan también de tiempo indeterminado.
En la jornada de ayer mantuvieron una serie de reuniones con funcionarios de Desarrollo Social, en las que plantearon la demanda de un aumento en el salario social -que cobran los integrantes de las cooperativas, de 7500 pesos mensuales- y la cuestión alimentaria. Hasta ahora, el gobierno confirmó que cobrarán dos pagos extra de 500 pesos, en octubre y noviembre.
Los manifestantes pasaron la noche en carpas o a la intemperie, envueltos en frazadas. En el campamento hubo niños. Los encargados de comedores barriales, en su mayoría mujeres, desmintieron que, como sostiene el Gobierno, hayan recibido refuerzos de alimentos.
“Es totalmente mentira. Principalmente nos falta leche y azúcar, para darle un desayuno y la merienda a los chicos. Los envíos que nos llegan son de muy baja calidad: fideos, nada de verdura, nada de carne. ¿Qué podemos hacer con eso?”, se preguntó Carmen Sayavedra. A los 74 años, se había quedado en el acampe durmiendo en una silla de playa, tapada con una frazada. Contó que es enfermera jubilada y responsable de los comedores de Barrios de Pie en el municipio de San Miguel.
Junto a otras mujeres del Polo Obrero, Marlene señaló que en su comedor, del barrio La Loma de Laferrere, La Matanza, durante un mes no recibieron “ni carne ni verduras”, hasta el lunes pasado, cuando les llegó un envío que les duró “dos días”. “La situación es que estamos abriendo el comedor cuando podemos. Al merendero sí lo sostenemos toda la semana, pero a la comida no tenemos forma de prepararla si no nos llega con qué cocinar”.
Rubén Garcén, de Florencio Varela, agregó que en los últimos dos meses el ministerio discontinuó la llegada de alimentos. De 12 ó 14 productos pasaron a recibir 5. Básicamente “harina, azúcar y a veces leche, pero muy poca”.
Al levantar el acampe los referentes advirtieron que “no hay tiempo” para esperar. Oscar Kuperman, del CUBA-Movimiento Teresa Rodríguez, anticipó en esta línea que la semana que viene su agrupación irá a hacer pedidos a la puerta de los supermercados si no tienen respuestas. Otros referentes hablaron de volver a concentrar en el mismo lugar, con una permanencia por más tiempo. Como sea, las negociaciones con Desarrollo Social seguirán abiertas y las medidas sujetas a sus resultados.