Macri y un discurso de otro mundo
A contramano de los indicadores oficiales de los últimos meses, el presidente Mauricio Macri aseguró hoy que hay «buenas noticias» sobre la economía Argentina, y aseguró que el «rumbo» elegido por el país va a consolidarse, por lo que se mostró confiado en su reelección. La caída del consumo y las cifras récord de pobreza e indigencia no parecen afectar el discurso del jefe de Estado en la cumbre del G20 , donde participó de la apertura que se desarrolla en la ciudad japonesa de Osaka.
«La Argentina quiere seguir contribuyendo a dinamizar el crecimiento global y construir un desarrollo equitativo y sostenible», manifestó Macri en la primera sesión plenaria del encuentro de los principales jefes de Estado y de gobierno del mundo.
El primer mandatario argentino se mostró junto al mandatario estadounidense Donald Trump y compartió la cabecera de la mesa plenaria junto al primer ministro de Japón, Shinzo Abe y el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman Abdulaziz Al Saud. Se trata de los tres representantes de la troika del G20, integrada por el país que ejerce la presidencia del foro, el que lo presidió el año anterior y el que lo presidirá el año siguiente.
«Tengo la certeza de que este rumbo que elegimos los argentinos va a consolidarse cada vez con más fuerza de cara al futuro. Ese es nuestro objetivo primordial. Sigamos trabajando para construir un futuro colectivo que sea a la vez equitativo y sostenible», aseguró Macri en un claro mensaje de política doméstica referido a las elecciones presidenciales de octubre.
Al continuar con su discurso, el presidente argentino volvió a destacar la reunión del G20 del año pasado, realizada en la ciudad de Buenos Aires, donde lloró al finalizar la gala especial en el Teatro Colón. «El consenso de Buenos Aires se construyó gracias al esfuerzo de cada uno de ustedes y fue posible porque predominó un espíritu cooperativo que debemos preservar y fortalecer», señaló.
Macri aprovechó el escenario internacional para hablar de la situación local. “Ahora permítanme hacerles algunos comentarios sobre el momento que está viviendo la Argentina», introdujo y luego dibujó un panorama optimista al estilo del «segundo semestre», «lo peor ya pasó» o «hay luz al final del túnel». “Ya se están viendo signos de leve mejoría, empezando a dejar atrás la recesión y los desequilibrios que afectaron a nuestra economía durante años”, aseguró el líder de Cambiemos, que prefirió no mencionar los últimos datos del Indec conocidos esta semana: la pobreza creció 9 por ciento en el último año para llegar al 35,2 por ciento mientras que la indigencia, las personas que no tienen lo mínimo para comer, superó el 7 por ciento.
“Este año estamos en camino de alcanzar la meta de equilibrio fiscal, lo que implica una reducción del déficit en 5 puntos del PBI en cuatro años. Además, las exportaciones crecerán a dos dígitos por primera vez desde 2011”, señaló. Como es habitual entre los cálculos de los economistas oficiales, al medir la caída del déficit fiscal omiten que el déficit fiscal total, contemplando el pago de intereses de deuda externa, es superior al heredado del último gobierno.
Pese a esto, el Presidente afirmó que “esto demuestra que estamos corrigiendo los desbalances acumulados durante la administración anterior, que dejaron a tantos argentinos en la pobreza y nos impidieron crecer”. “Hoy, el país está listo para beneficiarse de las reformas estructurales que impulsamos durante estos últimos tres años y medio”, completó Macri, quien ayer recibió un nuevo respaldo de la titular del FMI, Christine Lagarde.
El jefe del PRO no se olvidó de agradecer públicamente esa y otras señales de acompañamiento que pudo mostrar en los últimos años: “el amplio apoyo de la comunidad internacional fue crucial para que los argentinos avancemos por una senda de desarrollo integrado al mundo de una vez y para siempre”.
Como suele hacer en cada foro internacional, el presidente argentino le dedicó un párrafo especial a Venezuela y a incrementar la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro. “Nuestra región enfrenta una crisis humanitaria de una magnitud sin precedentes. Millones de venezolanos escapan del hambre, la violencia y la falta de oportunidades”, advirtió, y afirmó que, desde la Argentina, “vamos a continuar apoyando los esfuerzos de los venezolanos para el pleno retorno de la democracia”.
En el marco de la Cumbre de Líderes, el Presidente además ratificó su compromiso con el Acuerdo de París sobre lucha contra el cambio climático, durante una reunión que mantuvo con el presidente de Chile, Sebastián Piñera; el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez; y el canciller mexicano, Marcelo Ebrard.
Esta noche, en tanto, el Presidente y la primera dama, Juliana Awada, asisten a la comida de bienvenida oficial que ofrecen Abe y su esposa, Akie Abe, a los mandatarios y sus cónyuges en el castillo Nishinomaru de Osaka.
Mañana sábado, finalmente, Macri participará de las últimas dos sesiones plenarias y de la audiencia de clausura, prevista para cerca de las 14 hora local (2 de la Argentina). Asimismo, tendrá un encuentro con los presidentes de Brasil, Canadá y Chile, y asistirá a un evento sobre empoderamiento de las mujeres.