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Derrota británica en un caso similar al de Malvinas

La Asamblea General de la ONU demandó al Reino Unido que se retire en un plazo de seis meses del archipiélago de Chagos, situado en el océano Índico y sede de una importante base militar alquilada por Estados Unidos. El texto no es vinculante pero tiene un alto valor político y reclama a Londres «retirar su administración colonial» del archipiélago en un plazo de seis meses, en línea con un fallo de la Corte Internacional de Justicia.

La decisión fue adoptada en la Asamblea General con 116 votos a favor –entre ellos la Argentina- y apenas seis en contra, con Estados Unidos y Gran Bretaña a la cabeza de ese grupo. Otros 56 países se abstuvieron en el cuerpo de 193 miembros.

El archipiélago en el Océano Índico ha estado en el centro de controversias durante décadas por la decisión de Reino Unido de separarlo de Mauricio en 1965 e instalar una base conjunta con Estados Unidos en Diego García, la mayor de las islas.

En el podio de las Naciones Unidas, el Reino Unido argumentó que la disputa era un asunto bilateral y su embajadora en el organización, Karen Pierce, defendió el «papel vital» de la base militar en Diego García «en mantener la seguridad de los aliados y amigos de la región, incluyendo Mauricio». Estados Unidos, que ha usado la base para enviar bombarderos a Afganistán e Irak o como centro de interrogaciones de la CIA después de los ataques de 2001, renovó en 2016 el acuerdo de arrendamiento con Reino Unido hasta 2036.

Preguntada por las posibles implicaciones de esta decisión para Gibraltar y las Islas Malvinas, Pierce dijo no esperar ningún cambio de postura por parte de España y Argentina, dos países con los que, recordó, Londres mantiene buenas relaciones. Tanto la delegación española como la argentina votaron este miércoles a favor de exigir a Londres su retirada de Chagos.

La resolución de la Asamblea General de la ONU respalda una opinión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que el pasado febrero determinó que el proceso de descolonización de Chagos no se completó de acuerdo al derecho internacional y que, por tanto, el archipiélago forma parte integrante de Mauricio.

El Reino Unido consideró que la resolución de la Asamblea General puede crear un peligroso precedente, pues la de Chagos es a su juicio una disputa «bilateral» en la que no debería entrar la CIJ sin el acuerdo de las dos partes.

Cuando el CIJ emitió su fallo en febrero, la Cancillería argentina consideró que esa resolución tiene «relevancia para la Cuestión de las Islas Malvinas por tratarse de una situación de desmembramiento territorial, y referirse a principios que son fundamentales en el reclamo sobre nuestras Islas».

«Se trata, en el caso del archipiélago de Chagos, como en el de Malvinas, de una situación de desmembramiento territorial donde la población que se encontraba en las islas fue trasladada contra su voluntad, en este caso al territorio continental argentino, en 1833», dijo entonces el canciller Jorge Faurie.

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