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Gritos en medio del silencio

Los diálogos de los jugadores se escuchaban con mucha claridad. El sonido que produce el impacto del pie con la pelota también se podía apreciar a la perfección. Incluso en los entrenamientos que River realiza tanto en el estadio como en Ezeiza se pueden observar más personas a los costados de la cancha. La tarde del jueves cayó en un Monumental vacío de público y lleno de curiosidades por la sanción que le aplicó la Conmebol al club de Núñez.

La obligación en el duelo ante Alianza Lima era toda de River, debido a que tenía que alcanzar el primer triunfo en la Copa Libertadores. El acompañamiento del público nuevamente no podía ser posible, tal como sucedió ante Palestino de Chile. De esa manera, en el gol de Matías Suárez sólo se escuchó el grito de festejo de los jugadores, del personal de mantenimiento y de los dirigentes que se ubicaban en los palcos.

Lo sorprendente fue cuando Lucas Pratto lanzó un penal por arriba del arco, luego de una falta dudosa sobre De la Cruz. El delantero le dio tan fuerte que la pelota rebotó en una de las butacas del sector Centenario, y volvió sola hacia el campo de juego.

El escenario parecía ideal para los peruanos, que amagaron con un planteo audaz. Sin embargo, a medida que pasaban los minutos, fueron perdiendo intensidad. Y River se lo llevó por delante. En ese marco, Germán Lux pudo disimular su flojo presente, ya que no fue exigido.

El desarrollo no cambió en la segunda mitad y River acorraló a los peruanos en su campo, que no insinuaban ningún tipo de reacción. Encima, el local  rápidamente aumentó la diferencia, cuando Martínez Quarta conectó de cabeza un corner desde la derecha.

Los cambios que metió Miguel Russo no dieron el resultado esperado debido a que River el dueño absoluto de la pelota y Alianza Lima sólo intentaba que el resultado no fuera más abultado. La falta de puntería y las reacciones de Gallese eran los motivos por los cuales River no podía marcar el tercer gol. Recién en el descuento, el uruguayo De la Cruz pudo romper esa barrera con una gran definición de zurda. La clasificación de River a la siguiente instancia podrá ser en Chile dentro de dos semanas, cuando visite a Palestino.

El tránsito circulaba con normalidad afuera del estadio, tanto por Figueroa Alcorta como por Udaondo. Los que pasaban por esa esquina no creían que adentro se había jugado un encuentro por un torneo continental.

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