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LA IMPORTANCIA DEL AGUA

Por Martín Nievas

En 1992, Naciones Unidas, por recomendación de la Conferencia sobre Medio Ambiente y Desarrollo que se realizó en Brasil, instauró el 22 de marzo como Día Mundial del Agua con el propósito sano de llamar la atención sobre la importancia del agua dulce y la necesidad de cuidarla, con datos objetivos e inquietantes.

El 70% de la superficie del planeta es agua, pero sólo el 3% es dulce, y de allí, sólo el 1% está en estado líquido, depositadas en ríos, arroyo y en napas subterráneas. Además, el 30% de la población mundial, hoy por hoy, no tiene acceso al agua potable. Por eso, uno de los objetivos del Desarrollo Sostenible 2030 de Naciones Unidas es achicar esa brecha.

No existen elementos más básicos que el agua y la tierra para producir alimento sano. La humanidad se desarrolló con esta premisa durante la mayor parte de la historia, donde la posibilidad de escasez de agua era impensada. Pero en el último tiempo la creación de grandes urbes, el desarrollo industrial, grandes edificaciones como represas, los desechos, o el desarrollo de fertilizantes ha despertado la preocupación mundial sobre el uso racional de este recurso.

Existe también otra problemática: la inequitativa distribución del agua. Es decir, no sólo hay que ocuparnos del mantenimiento del recurso vital, sino que también hay que ocuparnos de cómo hacer efectivo el derecho que tienen los habitantes de tener acceso al agua corriente, segura, y apta para el consumo.

Para este año, el lema para este día tan especial es “No dejar a nadie atrás”, lo que significa poner agua potable en disponibilidad suficiente y en forma sostenida para la población mundial, y al mismo tiempo generar saneamiento.

El caso del Chaco es el mejor ejemplo de cumplimiento de estos objetivos. La provincia en los últimos años ha ejecutado 14 acueductos, generando la posibilidad -cuando se culminen los trabajos del acueducto del norte y el segundo acueducto del Interior- de casi universalizar el servicio de agua potable, preocupación constante y persistente de nuestro gobernador Domingo Peppo.

Y acompañando estos avances, nuestro sentido como Ministerio es generar acciones que tiendan a sensibilizar y al mismo tiempo visibilizar esta cuestión ambiental, trabajando desde la urgencia del contexto. En otras palabras, la mayor preocupación de la población podría traducirse en la situación económica, seguida de la cuestión seguridad, salud y educación, entre otras. Emergencias más diarias que tapan la emergencia ecológica, que resulta a largo plazo y muchas veces invisibles.

Somos nosotros quienes no podemos dejar de lado la educación y la creación de conciencia ambiental por sobre dichas emergencias, dejando en claro que el agua es un material escaso, vital y que tenemos que cuidarlo.

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