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Macri firmó el decreto que designó a Nicolás Caputo como cónsul honorario de Singapur

De vacaciones, Macri firmó el decreto que nombra cónsul a su “hermano de la vida”. Singapur quiere invertir en obra pública.

Mauricio Macri suele pasar las fiestas de fin de año junto a su “hermano de la vida” Nicolás Caputo. Para 2019 le trajo un regalo especial: el primer decreto que firmó fue el que incluyó su designación como cónsul de Singapur. El Presidente ya había presionado (y obtenido) la aprobación del pliego en las sesiones extraordinarias, en medio de un escándalo en el Congreso. Luego de este trámite express, Caputo –a quien Macri incluyó en las reuniones del G-20 con Singapur– quedó en condiciones de representar al país asiático. Hay un especial interés en las licitaciones de los aeropuertos, donde podrían competirle a Eduardo Eurnekian, y en el puerto de Buenos Aires, que podría ser entregado en concesión por 40 años.

Se sabe que Macri interrumpe sus vacaciones por pocas cosas. Por eso llamó la atención la premura por firmar el nombramiento de Caputo, que fue publicada en el Boletín Oficial en una lista junto al resto de los cónsules. De esta forma, el amigo presidencial pasó a ser cónsul honorario de Singapur. Antes había tenido que pasar por una tumultuosa sesión el 6 de diciembre, donde su pliego fue incluido a pedido de Macri. El kirchnerismo, que había conseguido frenar la designación en otra oportunidad el año pasado, no consiguió esta vez impedir la designación, pero arrojó críticas sobre la decisión. Advirtieron que ese nombramiento le otorga inmunidades judiciales y que le servirá para seguir negociando con las autoridades de Singapur. Tienen en vista, todo indica, dos grandes negocios: los aeropuertos y la licitación del Puerto de Buenos Aires.

“El cónsul honorario no goza de inmunidad y de privilegios personales. Solamente tiene inmunidad relacionada a su rol de cónsul. Para que no haya ninguna suspicacia”, lo defendió la macrista Cornelia Schmidt Liermann, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores. “Si tiene que declarar podrá excusarse por ser un tema consular. No podemos darle estos privilegios al hermano de la vida del presidente”, planteó el kirchnerista Guillermo Carmona.

Caputo ya hacía esto en los hechos, pero sin cobertura legal, lo que explica la velocidad con la que Macri firmó el decreto 1179, en el que oficializó a 31 cónsules honorarios, entre ellos, Caputo. Antes de que ocupara ese rol oficial, Macri ya lo había colado en la primera reunión bilateral que tuvo durante la Cumbre del G20. Caputo estuvo sentado mientras conversaban el presidente argentino y el primer ministro de Singapur, Lee Hsieng Loong, en Casa Rosada. Desde el entorno presidencial, sostuvieron que su presencia fue pedida por la comitiva de Singapur y no por su amigo de toda la vida y ex socio en los negocios.

En ese encuentro, Hsieng invitó a Macri a visitar Singapur durante 2019 y el Presidente le propuso que compañías de ese país se presentaran a la licitación para el control del Puerto de Buenos Aires y de los aeropuertos, entre otros negocios que tienen en vista y que incluyen a Vaca Muerta y la explotación de litio. Macri dijo en una conferencia durante el G20 que Singapur está “muy interesado” en esas licitaciones, que se resolverán en 2020, es decir, luego de su primer mandato.

Esa es la tarea principal de Caputo: conseguir que el Gobierno de Singapur participe en la licitación por el nuevo Puerto de Buenos Aires, un plan a 40 años que la Administración de Puertos trabajó junto a la consultora internacional ALG y a los operadores del puerto de Rotterdam. La licitación incluye la unificación de las tres concesiones actualmente vigentes para lograr una mayor competitividad y requiere una inversión aproximada de 1500 millones dólares. Si consiguen hacerse con la concesión por 40 años, habrá sido por los buenos oficios de Caputo, como enviado de Macri.

El amigo presidencial tiene un segundo objetivo: involucrarse en el sector aeroportuario a través de Changai, la terminal aérea de Singapur y una de las más grandes del planeta. Si tiene éxito, le macrismo buscará así desplazar a Eduardo Eurnekián, quien maneja Aeropuertos Argentina 2000.

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