Eliminó el piso del 60 por ciento e informó la nueva banda cambiaria Sandleris relaja un poco las tasas
El Banco Central fue un incumplidor serial este año. A primera hora envió un comunicado a los inversores de la city indicando que no respetará su promesa de mantener el piso de 60 por ciento de la tasa de interés hasta finales del 2018. “Por la caída significativa en las expectativas de inflación durante dos meses consecutivos se elimina el piso de tasa de interés de 60 por ciento”, dijo la entidad. Hace menos de un mes y medio el directorio del organismo le había asegurado a este diario que no eliminaría el piso.
La falta de reglas claras es uno de los principales problemas del Central. Se desacomoda con los cambios de la coyuntura y no ofrece certidumbres de mediano plazo. El organismo cambió tres veces su estrategia monetaria en lo que va del año y tuvo un presidente distinto para cada uno de los esquemas. Federico Sturzenegger decía hasta junio que la política de tasas de interés tenía que ser exógena. Luis Caputo propuso entre julio y septiembre un mix que se acompañó con el seguimiento de agregados monetarios. Y Guido Sandleris sostiene desde octubre que la tasa debe ser endógena (y el dinero exógeno).
La decisión de eliminar el piso de la tasa se intentó justificar con datos sobre las expectativas de inflación. “El promedio de expectativas de inflación para los próximos 12 meses, medido por el Relevamiento de Expectativas de Mercado, resultó en noviembre 29 por ciento. Este registro había sido de 33,4 por ciento a fin de agosto, 32,9 por ciento a fin de septiembre y 32,1 por ciento a fin de octubre. Se trata de un descenso acumulado en dicho lapso de 4,4 puntos porcentuales en la expectativa de inflación a 12 meses”. Estos números dicen poco y nada. Las expectativas de inflación son ultra volátil. Los consultores habían pronosticado en diciembre de 2017 que la inflación del 2018 iba a ser de 17 por ciento. Los datos duros indican que terminará el año por encima del 45 por ciento.
La autoridad monetaria a cargo de Guido Sandleris aprovechó para precisar cómo se intervendrá en el mercado cambiario si el dólar sale de la zona de no intervención. “Si el tipo de cambio se ubicara por debajo de la zona de no intervención, la meta de base monetaria se incrementará con las compras de dólares realizadas con las licitaciones del Central. Estas licitaciones serán, en diciembre, de hasta 50 millones de dólares por día. El acumulado en el mes de estas licitaciones no podrá exceder el 2 por ciento de la meta”.
Esta aclaración no es menor. Deja en claro que el Central potenciará el efecto de la recesión. La forma que tenía el mercado interno de expandir la actividad en el esquema de Sandleris era similar al de la convertibilidad. Se necesitaba individuos con dólares vendiendo divisas para hacerse de pesos y el Central emitiendo para sumar reservas. Pero con las precisiones del Central queda en claro que ese mecanismo no va a ocurrir. Si la base monetaria sólo puede subir un dos por ciento por mes implica que seguirá cayendo en términos reales. La inflación para diciembre se ubicará en un rango de entre el 2 y 3 el por ciento.
La definición del Central deja otro problema. Se trata de la ruptura de otra promesa implícita. Esta vez con los exportadores. El organismo había fijado bandas cambiarias para evitar entre otras cosas una nueva apreciación en términos nominales y reales. El problema es que el Fondo Monetario dio la orden de no hacer intervenciones sobre el tipo de cambio y el Central se quedó sin margen para salir a comprar divisas y volver a poner el dólar en zona de no intervención. Las compras diarias de 50 millones de dólares no representan ni el 10 por ciento del volumen que se mueve al día en el mercado cambiario. Son simbólicas pero no tienen peso para evitar que una ola carry trade pueda volver a apreciar la divisa.
El análisis de la estrategia monetaria debe tomarse entre pinzas. Lo que se informa ahora puede cambiar el próximo mes sin que las mejillas de las autoridades del Central se pongan coloradas. La entidad cambio las reglas de juego al menos una vez por trimestre este año.