Sandleris negó que esté incentivando una nueva bola de nieve “Las Leliq no nos preocupan”
“Las Leliq no nos preocupan. La política monetaria es sustentable”, dijo ayer el presidente del Banco Central Guido Sandleris. El titular de la entidad volvió a utilizar los mismos recursos que empleaba el ex presidente del organismo Federico Sturzenegger: mostrar en conferencia de prensa que los técnicos de la institución hicieron las cuentas para asegurar que el aumento exponencial de los pasivos monetarios no implica ningún riesgo. Las estimaciones con las Lebac no salieron bien. Esta deuda terminó generando la crisis cambiaria que se arrastra desde abril. En el Central aseguran que ahora es distinto y pidieron un nuevo voto de confianza. Los economistas del mercado ya empezaron a advertir por las posibles consecuencias del incremento de las Leliq.
Sandleris presentó ayer en conferencia de prensa su informe trimestral de la Política Monetaria. Se trata de uno de los documentos más relevantes del organismo porque expone las perspectivas sobre la economía. Los tres informes presentados este año llevan la firma de un presidente distinto en el Central. El documento anterior estuvo avalado por Luis Caputo y el primero del año lo presentó el ex titular Federico Sturzenegger.
Sandleris insistió en que las Leliq no le inquietan. “En el escenario más pesimista los pasivos monetarios del Central subirán al 7,8 por ciento del PBI para finales del 2019, una cifra similar a la que se registraba a inicios de 2016”, dijo. El funcionario usó 15 minutos de su exposición para mostrar que la estrategia de Leliq es sustentable en el mediano plazo. Los técnicos de la entidad compartieron la visión asegurando que “no hay peligro de que estas letras provoquen una nueva crisis con el dólar”.
Los consultores de la city porteña empiezan a criticar la estrategia de la autoridad monetaria con las Leliq. El más pesimista fue el ex rector de Ucema Carlos Rodríguez. “Los bancos y el público perciben que el Central está dispuesto a pagar cualquier cosa para que los pesos no se vayan a dólares. Por las Leliq que les vende a los bancos paga cerca del 72 por ciento, que por interés compuesto es una tasa que llega al 104. Y los bancos a su vez los usan para apalancar plazos fijos que pagan tasas exorbitantes del 40 o 45 por ciento”, dijo. Mencionó que “por ahora la situación se mantiene pero en algún momento las tasas y el plazo de las Leliq se van a convertir en inflación porque la burbuja estalla”. Precisó que “lo que no hay ahora en la economía son pesos líquidos sino que están colocados a 7 y 30 días. Los pesos no están en billetes sino en una bicicleta, que no es otra cosa que inflación reprimida”.
La conferencia de Sandleris no dejó nada fuera del libreto. El titular del Central repitió que a partir de noviembre la inflación empezará a descender, que la meta de emisión cero está bien encaminada y que se están atacando los desequilibrios arrastrados de la macroeconomía para crecer en forma sustentable. El presidente de la entidad evitó referirse a la falta de independencia del organismo respecto del Tesoro, insistió en que los pasivos monetarios no son un problema y planteó que las tasas de 70 por ciento bajarán en la medida que se modere el proceso inflacionario.
“Los últimos meses fueron la consecuencia de tres cosas. La primera, la herencia con años de políticas desacertadas. La segunda, el shock por la sequía del campo y la volatilidad en los mercados financieros internacionales. La tercera, errores propios en los que se subestimó la corrección del desequilibrio recibido y el contexto global”, dijo. Recordó que “la escalada de la inflación llevó a tener que modificar el plan monetario y abandonar el esquema de metas de inflación para adoptar un esquema más simple y contundente. El objetivo es reanclar las variables financieras y reducir lo más posible el riesgo de tener nueva incertidumbre”.
El titular del Central mencionó que “el organismo enfrenta desafíos importantes. Tenemos que despejar el riesgo de volver a pasar por lo mismo. No hay nada peor para la economía que la inestabilidad”, planteó. Aseguró que “el ritmo de inflación actual es muy peligroso para el país y para la gente. Estamos atacando las causas fundamentales de la inflación, nuestra prioridad es dejar atrás la volatilidad que vivimos estos meses (la crisis cambiaria comenzó en abril)”.
Sandleris indicó que su estrategia de política monetaria es distinta a la que había hasta septiembre. “No nos enfocamos en fijar precios (la tasa de interés) sino que nos enfocamos en controlar las cantidades (el volumen de pesos que circula en el mercado)”. Lo dijo para mencionar que no está pendiente de la inflación de cada mes porque no es parte de su objetivo. Su meta es controlar el nivel de emisión, lo cual supuestamente permitirá que la inflación se desacelere.