Frigerio defiende en Diputados el Presupuesto del Fondo «El FMI aceptó nuestras pautas y proyecciones»
Luego de la visita a la Cámara de Diputados del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, quien inauguró el debate formal del proyecto del Presupuesto 2019, hoy fue el turno de su par de Interior, Obras Públicas y Vivienda, Rogelio Frigerio.
La semana pasada, Dujovne abrió el debate, en una sesión en la que no descartó una nueva convertibilidad, tal como había insinuado un asesor del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y negó que el país vaya a declararse en default.
En la jornada de hoy, pocas horas de que se conozcan los detalles del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, Frigerio aclaró que la renegociación con el FMI «no modifica ninguna de las variables macroeconómicas que están en discusión en el Presupuesto de la Nación». Según la oposición, el presupuesto fue elaborado a medida del Fondo, para facilitar la ampliación del préstamo original, en un intento desesperado para frenar la corrida cambiaria.
«No hay ninguna modificación en el Presupuesto producto de lo que se va a anunciar esta tarde que es el nuevo acuerdo con el FMI, que básicamente elimina incertidumbres respecto del financiamiento futuro de la Argentina», recalcó el ministro durante la reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja. Sin embargo, luego admitió que la iniciativa oficial obtuvo el visto bueno del organismo internacional que preside Christine Lagarde, con quien el Presidente siente “un flechazo”.
«Nosotros fuimos al FMI con nuestras pautas y proyecciones de la macroeconomía y esto es lo que el FMI aceptó», respondió Frigerio ante una consulta del jefe del bloque del Frente para la Victoria-PJ, Agustín Rossi, en referencia a la inflación del 23 por ciento prevista para el año que viene, y la estimación de un dólar promedio a 40,1 pesos.
Durante su exposición, el ministro adelantó el aval de los gobernadores al proyecto, al destacar que hay «casi absoluta coincidencia» en que el Presupuesto 2019 «tiene que tener equilibrio entre lo que ingresa al Estado y lo que se gasta», algo que, según su entender, hasta ahora «no era políticamente correcto».