Thomas desmintió las supuestas entregas de dinero que figuraban en las fotocopias de los cuadernos “No entregué bolsos a ninguna persona”
En realidad, en la causa de las fotocopias de los cuadernos, Thomas es un protagonista de segundo o tercer nivel. Eso quedó patentizado ayer con la ausencia del juez y el fiscal Carlos Stornelli en la indagatoria. Se ve que no le dieron importancia. Thomas no fue un funcionario que recaudara dinero para la supuesta asociación ilícita, no jugaba un papel central en el gobierno anterior y tampoco es un empresario que haya participado de licitaciones o del club de la obra pública. Por eso no se explica que el Estado argentino, tan desesperado por recursos, haya gastado 500 mil pesos en una recompensa destinada a detener a un actor más que secundario del expediente. Por otra parte, se había presentado un pedido de exención de prisión, rechazado por el juez y por la Cámara Federal, pero todavía con plazo para el recurso ante la Cámara de Casación. Es decir que ni siquiera estaba formalmente prófugo. Los 500 mil pesos fueron parte del show de Patricia Bullrich, cuyo objetivo fundamental es político, no judicial. En la misma línea, no se privaron de exhibir a Thomas en cada traslado, con las esposas puestas y ante fotógrafos y camarógrafos a los que notificaron del horario y la puerta por la que iban a sacar al imputado. Se ve que la mecánica del chaleco y el casco ya les dio algo de vergüenza por lo que prescindieron esta vez de esa parte del show.
Thomas está nombrado dos veces en las fotocopias de lo que supuestamente escribió el chofer Oscar Centeno. Se lo menciona entregando dinero originado en Yacyretá, una vez en el edificio del ente binacional y otra vez en el domicilio del arquitecto misionero. El total que habría entregado ronda el millón y medio de dólares, aunque a esta altura está bastante claro que Centeno anotaba cifras disparatadas, que ni siquiera tenían relación con el tamaño de los bolsos que describe.
Durante su declaración de ayer, Thomas estuvo lejos de arrepentirse de algo. Dijo que no le entregó dinero a nadie: “Es disparatado que yo haya podido manejar plata con libre albedrío. Todo era por transferencia. Las licitaciones importantes se hicieron antes de que yo llegara, pero sí conocí a los empresarios que tuvieron relación con las obras, entre ellos a Angelo Calcaterra”. El arquitecto le dijo al secretario del juez que por supuesto conoció a Julio De Vido, a Roberto Baratta y a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, pero siempre en el marco de la función que cumplió.
En Misiones y Yacyretá, se reconoce que Thomas hizo una administración notable, elogiada hasta por la oposición. Logró el objetivo de subir la cota para producir más energía y eso requirió de obras importantísimas, que todas fueron aprobadas: hubo que desplazar viviendas y construir paseos costaneros, por ejemplo. Se lo considera un hombre meticuloso, detallista al extremo y que ejerció la conducción del coloso energético durante doce años casi sin objeciones. Muy conocido en Misiones, su detención causó fuerte impacto en la provincia.
En la causa judicial, tanto Thomas como Ubeira pueden producir impacto. Ayer mismo ya pidieron una revisión de su administración en Yacyretá, lo que incluye la citación de los titulares del Grupo Macri, tanto Franco como Mauricio Macri, así como Angelo Calcaterra, que hicieron buena parte de las obras. Es muy probable que pidan también la declaración de otros empresarios de primer nivel. Thomas insistirá en que las cuentas de Yacyretá fueron aprobadas sin ningún reproche a principios de 2016, cuando la administración del ente binacional ya estaba en manos del PRO. En concreto, del presidente del partido, Schiavone, quien asumió como director de Yacyretá.