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La ventana / medios y comunicación Lula y la eficacia de los medios

Ezequiel A. Rivero examina la influencia de la televisión Globo en el escenario mediático de Brasil y su incidencia en la vida política del país vecino.

La intervención del Comité de Derechos Humanos de la ONU, que en agosto se pronunció a favor de que Lula ejerza sus derechos políticos y sea candidato presidencial, no hizo mella en el Tribunal Electoral brasileño, que el sábado pasado estrechó el cerco legal al expresidente y sus posibilidades, ahora remotas, de ser candidato ¿Qué rol jugaron los medios de comunicación, en particular Globo, en la cobertura del proceso que condujo a prisión al expresidente?

Nacida y fortalecida al calor de la dictadura militar (1964-1985), que se arrepintió de haber apoyado recién en 2013, Globo es preponderante en los mercados de la TV abierta, radios y prensa gráfica. Las inmensa maquinaria de producir y vender ficciones explica, en buena medida, su dominio económico, y los informativos-Hora Um, Jornal Hoje, Jornal da Globo, Jornal Nacional y la señal de pago Globo News-, su incuestionable influencia política.

El encarcelamiento de Lula reavivó las críticas sobre la cobertura del hecho y su proceso previo. Para Olívia Bandeira de Intervozes, los medios “actuaron de forma bastante uniforme”: primaron los argumentos a favor de la condena; se marginaron los argumentos en contra; se relativizó el carácter político del proceso y asumieron un rol activo en la “criminalización y estigmatización” de quienes apoyaban al expresidente, afirma la analista. João Brant, coordinador de comunicación del Plan de Gobierno de Lula, agrega que la cobertura “no es informativa”. Para este activista del Partido de los Trabajadores (PT), los medios buscaron normalizar un procedimiento irregular y el tratamiento “nunca esclareció las inconsistencias del proceso”.

La cordialidad original entre Lula y Globo no dejaba entrever el desenlace actual. Un día después de ser electo presidente en 2002, ofreció su primera entrevista a Jornal Nacional, el histórico y principal informativo de Globo. La relación se tensionó hacia 2005 en medio del Mensalão, conocido escándalo de corrupción, pero nunca llegó a romperse. En 2010, la entonces candidata Dilma Rousseff, aseguró que el único control para los medios sería “el control remoto”, pero más tarde advirtió que era necesaria una regulación económica para ese sector.

“Los medios son un no tema para la mayoría de las personas en Brasil, pero la gente tiene una percepción más crítica de lo que imaginamos”, analiza Renata Mielli, coordinadora del Foro Nacional por la Democratización de las Comunicaciones. Para esta activista, en los últimos años, los medios asumieron el papel de oposición política. Sin embargo, agrega, “la experiencia de las personas es más fuerte que cualquier narrativa” que los medios puedan elaborar. Por su parte, Brant confía en la capacidad de las audiencias para hacer lecturas críticas de los medios, aunque reconoce que éstos influencian la percepción y advierte que “la ausencia de diversidad informativa afecta negativamente la democracia brasileña”.

Globo organiza el mercado de medios del país, cubre el 98,5% del territorio nacional, produce con una factura técnica superior a la media, y a lo largo de décadas se convirtió en un hábito brasileño, sintonizada en hogares, bares y hospitales. Concentra el 40% del share, y confronta abiertamente contra Lula da Silva, el más popular aunque improbable candidato presidencial que, –desde prisión y según todas encuestas– tiene la mayor intención de voto para las elecciones deoctubre. Esto desafía la dinámica todopoderosa de los medios, pero alerta sobre el carácter mediado de la política en un contexto de alta concentración y baja diversidad mediática.

Su división informativa hace a Globo influyente en temas políticos, mientras que el entretenimiento, con las ficciones a la cabeza, le permite ampliar la audiencia a partir de una agenda más abierta y transgresora. “En algunos momentos parecen existir dos emisoras en una misma empresa: el periodismo conservador y el entretenimiento progresista”, resume el profesor de la Universidad de São Paulo Laurindo Leal Filho. Ficción e información conforman una sinergia potente que afianza la posición de la empresa. Para este especialista “no hay otro medio de comunicación que haga de contrapunto a las noticias divulgadas por Globo”. Las limitaciones de los medios con agendas alternativas para alcanzar grandes audiencias, y la presencia marginal de los medios estatales y del tercer sector, forman un escenario que ciñe la diversidad de voces que circulan en el espacio público. Pero claro, los medios son una pieza (importante) entre otras, dentro de O Mecanismo que influye en las conductas y posibilidades de los sujetos políticos.

 

Ezequiel A. Rivero: Becario Conicet en la Universidad Nacional de Quilmes

(UNQ). @skielrivero

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