JJOO de invierno: oro olímpico para el mejor esquiador del mundo
El austríaco Marcel Hirscher confirmó que se trata del mejor esquiador de la actualidad al saldar la única cuenta que tenía pendiente: ganar un oro olímpico, logro que consiguió con su triunfo en la combinada alpina.
En el estreno del esquí alpino en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang tras las postergaciones de los primeros dos días por el fuerte viento, el austríaco se impuso en la prueba que determina al esquiador más completo,
El austríaco Marcel Hirscher confirmó que se trata del mejor esquiador de la actualidad al saldar la única cuenta que tenía pendiente: ganar un oro olímpico, logro que consiguió con su triunfo en la combinada alpina.
En el estreno del esquí alpino en los Juegos Olímpicos de Pyeongchang tras las postergaciones de los primeros dos días por el fuerte viento, el austríaco se impuso en la prueba que determina al esquiador más completo, ya que tienen opciones los velocistas en el descenso y compensan luego los más técnicos con el slalom.
De esa forma, el seis veces campeón de la general de la Copa del Mundo de esquí alpino y líder de la actual edición rompió su maleficio en los Juegos, ya que nunca había podido subirse a lo más alto del podio, con un segundo puesto en el slalom de Sochi como mejor posición.
Hirscher sentía esa presión y lo reconoció con el oro colgado en el pecho. ‘Todo el mundo decía: ’Buena carrera, pero todavía le falta una medalla de oro olímpica’. Esto es perfecto, increíble‘, afirmó el austríaco de 28 años. ‘Estoy súper, súper, contento con el resultado de hoy. Toda la gente esperaba que ganara una medalla de oro, especialmente en Austria, mi país, donde el esquí es muy importante‘.
“Por ahora no lo siento real, creo que me daré cuenta con el correr de las horas. Es un sueño hecho realidad‘, destacó el austríaco, que todavía no pudo responder si sentía lo mismo al ser campeón olímpico que del mundo. ‘Por el momento es lo mismo, pero háganme esta pregunta mañana‘, indicó con una sonrisa.
Con un tiempo combinado entre las dos mangas de 2:06,52 minutos, Hirscher finalizó por delante de los franceses Alexis Pinturault, que se quedó con la medalla de plata a 23 centésimas, y Victor Muffat Jeandet, que logró la de bronce a 1,02 segundos.
Amplio favorito a ganar en el slalom y candidato al triunfo en el slalom gigante, Hirscher está a las puertas de completar una temporada inolvidable, en la que está encaminado a ganar su séptima Bola de Cristal consecutiva en la general de la Copa del Mundo y en la que superó la marca de victorias de su compatriota Hermann Maier, para situarse con 55 triunfos como el segundo hombre más exitoso de la competición detrás del sueco Ingemar Stenmark.
Hoy mostró toda su clase en la soleada jornada en el Jeongseon Alpine Centre, con una remontada memorable. Tras el descenso, el líder de la clasificación era el alemán Thomas Dressen, con siete centésimas de ventaja sobre el noruego Aksel Lund Svindal y 13 sobre el austríaco Matthias Mayer. Hirscher había quedado duodécimo a 1,32 segundos del líder, en el que consideró el mejor descenso de su carrera. ‘Fue un descenso increíble, creo que fue mi mejor descenso‘, remarcó
En el slalom, Dressen tuvo un recorrido muy lento que le valió el noveno puesto final, Svindal ni siquiera tomó la salida y Mayer, campeón olímpico de descenso, protagonizó una espectacular caída en la que golpeó a varios asistentes de la prueba, entre ellos un asistente de televisión.
A esa altura, Hirscher había completado un slalom brillante en 45,96 segundos para saltar al liderato y ser uno de los únicos dos esquiadores en el día en bajar los 46 segundos.áEl otro fue Muffat Jeandet, una centésima más lento que el nuevo campeón olímpico.
‘Empecé en la carrera de slalom y logré encontrar la línea correcta. Simplemente me concentré en no cometer errores y esquiar lo más rápido posible‘.
Cuando el austríaco quedó puntero, restaban los 11 esquiadores con mejor registro en el descenso. Uno a uno fueron quedando en el camino incluso antes de último parcial, salvo por Pinturault, el único que realmente lo puso en aprietos, pero no le alcanzó.
A un costado de la pista, Hirscher contemplaba como se acercaba al oro y hasta tuvo tiempo de preocuparse por el golpe que se dio su compañero Mayer.
Cuando Dressen completó su manga, Hirscher levantó los brazos y celebró abrazado a su entrenador, con un grito de desahogo. Es que el mejor esquiador del mundo sabe que saldó la única cuenta que tenía pendiente.